Nader y Simin, una separación

Dirección: Asghar Farhadi
Guión: Asghar Farhadi
Reparto: Sareh Bayat, Sarina Farhadi, Leila Hatami, Kimia Hosseini, Shahab Hosseini, Babak Karimi, Peyman Moaadi, Ali Asghar Shahbazi, Shirin Yazdan Bakhsh
No es porque seamos freaks de las versiones originales, ni porque quede bien lo de decir que hemos ido a ver una película iraní (que es lo que argumentan los que se quieren reír de nosotros). Es porque en el cine me atrapan estas películas universales. Y porque me enseñan que es también en esto más lo que nos une que lo que nos separa. La estantería de la casa de la pareja, hace más por el entendimiento de la realidad iraní que 20000 pancartas en las manifestaciones. Porque entiendes que es una librería como la de tu casa. Y que también los que viven bajo regímenes autoritarios árabes tienen una vida y unas inquietudes parecidas a las nuestras. La ruptura de una pareja en Teherán a causa de las diferentes prioridades en los dos miembros de la pareja es tan comprensible que se te olvida que Simin y su hija llevan un pañuelo en la cabeza. Sólo la fuerte religiosidad de la cuidadora, sitúa justamente la acción en una dictadura islamista.
Nader y Simin deciden separarse porque Simin quiere vivir fuera de Irán para que su hija tenga acceso a una vida mejor. Pero el padre de Nader tiene un Alzheimer que le hace requerir cuidados continuos. Simin se va a vivir a casa de su madre pero la  hija de ambos se queda con el padre, porque sabe que sin ella su madre nunca se irá. Nader tiene que contratar a una mujer para que cuide a su padre mientras él trabaja. Una mujer con graves problemas económicos y personales que como cualquier empleada lucha por hacer frente a sus necesidades sin perder su imprescindible sueldo. Y eso nos pone frente a las consecuencias que en cualquier sitio (no sólo en una dictadura religiosa), pueden tener pequeñas mentiras (sin importancia, que diría la película). Pero en una situación como Irán la Justicia y la religiosidad en un mundo moderno se encuentran con aberraciones absurdas. El que ve la película se da cuenta de que no hay buenos ni malos. Y no puede dejar de ser juez y parte. Es una película magnífica, con una interpretación prodigiosa. Sólo el final escapa a la condición de obra maestra.
Ana Ruiz

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta noche voy al cine a verla. La única pega es que no puedo hacerlo en V.O.

Al menos, me queda el consuelo de cenar pescaíto frito gaditano a la salida...

Y enhorabuena por los 20.000 Amparo!
Julia R

ASM dijo...

Esta semana voy a verla.

Pilar dijo...

Quiero verla. La estan poniendo otra vez en Valencia. Esta vez no me la pierdo

Maria Luisa dijo...

Hoy la vi por fin, y me encantó.
Me encanta la sensibilidad que respira el cine iraní, me encantan esos personajes que rebosan sinceridad y naturalidad, y que resultan tan cercanos a pesar de las diferencias culturales.
Y me encanta ver la historia como la ven las niñas, las hijas de los protagonistas, como sufren en silencio y participan a la vez de los dramas familiares, sus bienintencionadas mentiras, sus lágrimas.
Y me encanta, como dijo el director de la película al recoger el Oscar, que se hable de Irán por su cultura "a rich and ancient culture that has been hidden under the heavy dust of politics..."
En fin, una joya.

Anónimo dijo...

Pues a mi me ha dejado un sabor amargo...otra vez, la injusticia en la que viven las mujeres. Los papeles de los hombres son de "pobrecito", en el peor de los casos, los de las mujeres de mala o de ignorante...
Y esas niñas, pobrecitas...
Por cierto Ana E, no te recuerdan esos ojitos a alguien que conoces??
Besos,
Soniapt

Anónimo dijo...

Pues sí, me suenan a alguien... Iré a ver la peli, la crítica de Ana Ruiz hace que parezca muy interesante, aunque el tema de la injusticia femenina me cabrea mucho...
Ehhorabuena Amparín, que te sigo.
Besos,
Ana E.

ASM dijo...

Al final la he visto con un poco de retraso pero nunca es tarde. Esta inexistente primavera me está permitiendo ponerme al dia de varias pelis que me perdí en temporada.
Coincido en vuestras apreciaciones. El cine iraní es tan sincero y directo en cuanto que cuenta lo sencillo y cotidiano de la vida que se nos hace cercano a pesar de distancias geográficas y culturales.
El final abierto entiendo que es como toda la pelicula. La niña se resiste a tomar una decisión porque no hay una respuesta buena a esa pregunta. La respuesta que ella quisiera dar no está entre las opciones. Tambien durante la pelicula los personajes fluctúan entre comportamientos acertados y reprobables luchando por salir adelante en sus cada uno particulares circunstancias.
Acertada crítica Ana (la leí con curiosidad despues de ver la peli porque no me parecía nada fácil)y muy buenos tambien los comentarios.
Es de esas pelis que te llevan directa al "Dorado" a seguir hablando de la peli entre Nachos con guacamole y cheddar y unas Pácifico.