Dickens enamorado

Amelia Perez de Villar
Editorial Fórcola
En 1908 George Baker, catedrático de Literatura Inglesa en Harvard, editó para la Sociedad Bibliófila de Boston un maravilloso volumen con la correspondencia privada entre Charles Dickens y María Beadnell. Las cartas se descubrieron en Inglaterra y alguien que conocía bien su valor se las compró a una hija de María, de casada Winter. Según Henry Harper, autor del prólogo de dicha edición, las cartas “se guardaron como algo sagrado tras su descubrimiento y su adquisición. Al darse cuenta de que su publicación era inviable en Inglaterra el comprador las llevó a los Estados Unidos, donde vendió toda la colección”. A ellos debemos la publicación de este material, inédito hasta ahora en castellano, que ha permitido arrojar una nueva luz sobre la vida y obra del novelista victoriano.
Si de pronto apareciera una autobiografía de Dickens auténtica causaría sensación en el panorama literario. Si en dicha obra se incluyeran personajes y rasgos del autor desconocidos incluso para sus amigos más íntimos, nuevos incluso para sus propios familiares, suscitarían el interés de todo el mundillo. Las cartas que se incluyen este volumen se escribieron dentro de la más estricta intimidad y sólo para aquellos ojos a los que iban dirigidas. Son honestas, sinceras y fervorosas, y sacan a la luz determinadas experiencias vitales que el autor nunca mostró al mundo. Muchos años después de la muerte de Dickens y otros tantos después de conocerse su historia de amor maduro con Ellen Ternan, de la que nada se sabía cuando la Sociedad Bibliófila editó el epistolario, su lectura nos da la clave para conocer a personajes e incidentes que aparecen en algunas de sus principales novelas y revelan episodios apenas conocidos de su biografía y de su relación con su escritura, su familia y amigos, y las mujeres, además de ofrecer una dimensión más humana del gran genio literario de la Inglaterra del siglo XIX.
Amelia Perez de Villar

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que suerte esa Maria.!!!
Las llere q me han dicho q estan muy bien traducidas.
Besos
Soniapt

Anónimo dijo...

Bueno, un privilegio de reseña...! La verdad es que uno se siente un perfecto ignorante cuando se da cuenta de las cosas que le faltan por aprender...
Gracias por dejarnos compartir la presentación en la librería Rafael Alberti, que fue otro pequeño gran lujo!