Monasterio de Piedra

A poco más de 200 KM de Madrid, muy cerca de Alhama de Aragón podemos pasear por un rincón en el que se mezcla arte y naturaleza, y como no, es el lugar perfecto para hospedarse y disfrutar del misticismo.
En el monasterio podemos ver el claustro, la sala capitular, el altar, los museos de carruajes y del vino entre otras cosas, todo ello con una visita guiada en la que también cuentan la historia del chocolate y como vivían los monjes cistercienses. A mí me llamó muchísimo la atención la cocina, negra por el humo de las hogueras, imagino allí a los monjes calentándose y elaborando ese primer chocolate recién llegado de América junto con su receta original, ¡¡AMARGO Y PICANTE!! , que tomaban acompañado de vino por la necesidad de entrar en calor.
Sin lugar a dudas el mayor atractivo de este lugar es el parque natural, y considero triste la necesidad de tener que pagar para disfrutar de este espacio creado por la naturaleza, aunque realmente merece la pena. Durante todo el recorrido podemos oír el sonido del agua y contemplar numerosas cascadas y saltos de agua, incluso podemos llegar a mojarnos si nos acercamos demasiado, también podemos encontramos varias grutas, la más grande es la Gruta Iris que para llegar a ella hay que subir unas escaleras de piedra en las que no hay marcha atrás, desde donde podemos ver la altura que vamos alcanzando y la cascada Cola de Caballo desde distintos puntos de vista y su caída, pero solo desde varios miradores. Al llegar a la gruta impresiona ver la cascada desde el interior, tapando en gran parte la mayor entrada. Yo siempre la he visto por la mañana, tiene una iluminación muy escasa y permanece casi a oscuras pero por la tarde el sol pasa a través de la cascada ofreciendo un arco iris e iluminando el interior, esto yo no lo he visto, lo que si tengo claro es que a cualquier hora del día viene bien llevar un chubasquero, aunque si no lo llevas da igual, la belleza de este lugar bien merece mojarse un poquito. Casi al final del recorrido podemos relajarnos al contemplar el lago de los espejos. Es un recorrido de unas dos horas y media en el que cada rincón nos sorprende más que el anterior.
Es totalmente recomendable llevar calzado cómodo y con el que se pueda pisar zonas un poco encharcadas además de una chaqueta incluso en verano. Durante todo el año hay gran cantidad de agua sin llegarse a notar la sequia que sufrimos a nuestro alrededor y está muy verde en primavera y verano, pero a mí cuando más me gusta es con los colores ocres del otoño, el parque cambia por completo ofreciéndonos unas vistas completamente distintas.
Paz M
 

4 comentarios:

ASM dijo...

Yo estuve en el Monasterio de Piedra hace un tiempo y recuerdo que me encantó. Eran los primeros dias de la primavera e hizo un dia precioso para pasear entre cascadas, tumbarse al sol en la hierba....
Me parece una excursion preciosa y está ahi al lado. Gracias por traerla a viernes.

Maria Luisa dijo...

Yo fui cuando era pequeña y recuerdo que fue precioso. Me encantan tus fotos

Daniel H dijo...

A mí, este lugar me trae mi infancia al presente. Durante varios años pasé los meses de julio en un campamento. En el viaje de regreso a Madrid, parábamos a comer en Monasterio de Piedra y visitábamos el lugar.
Años después he estado con mis hijas. Es un lugar muy agradable y se puede visitar desde Madrid en una excursión de un día, madrugando un poco. Gracias por recomendarlo, Paz. La próxima visita la haré en otoño.

P dijo...

Yo conocí el parque natural del Monasterio de Piedra en enero de 2002. Fue en una parada improvisada cuando a viajaba hacia Baqueira con unos amigos. Y me sorprendió. Me encantó. No había visto fotos, nadie me había animado a ir a conocerlo. Sabía que existía y punto. Fue como cuando empiezas a ver una serie o una película para pasar un rato y te engancha, te hipnotiza, te quedas con ganas de más cuando llegan los títulos de crédito. Paseando por sus jardines decidí dejar de fumar. Y hasta el día de hoy.