Speaker´s Corner;: Inmigración

Sorprenden las manifestaciones del Primer Ministro Australiano John Howard, sobre inmigración, vertidas en el Sun times el pasado 28 de mayo.
Cuando mi amigo Rafa Martínez me pasó el correo con esta reflexión del Sr. Ministro sobre inmigración, quedé entre el asombro y la invitación al análisis del contenido de tales afirmaciones tan claras y categóricas.
El Sr. Howard, con un tono que podría calificarse de claro y sincero por unos, y de prepotente e inadecuado por otros, hace una reflexión sobre la obligación de los inmigrantes de aceptar las costumbres de su país, utilizando frases como:
Toleraremos vuestras creencias, pero tenéis que aceptar las nuestras para poder vivir en armonía y paz junto a nosotros “
“A quien no les guste como vivimos los australianos, tienen la libertad de marcharse, nosotros no los obligamos a venir. Ustedes pidieron inmigrar aquí, así que ya es hora de que acepten el país que le acogió”

Sin duda el Sr. Ministro estaba “calentito” desde los atentados de Bali y desató la furia de algunos musulmanes australianos con estas manifestaciones y su apoyo a las agencias de contrainteligencia australianas a las que se les había encomendado el control de las mezquitas para aislar posibles grupos radicales.
En contraposición a esta opinión, y al margen del necesario control de los grupos terroristas radicales, sean de la nacionalidad que sean, encontramos posturas más moderadas de otros dirigentes, que en muchas ocasiones no hacen más que situar a los inmigrantes en condiciones de precariedad laboral y social, lo que hace concluir que no se trata de posturas más moderadas, sino que simplemente son menos claras y más comerciales de cara a la comunidad internacional.
Sin duda los inmigrantes deben adaptarse al nuevo país, pero este no debe ser un acto unilateral, también el país que acoge, debe procurar desde la tolerancia y el respeto, integrar a en la sociedad como iguales, en cuanto a derechos y por supuesto en cuanto a obligaciones, a los inmigrantes, y todo ello, siempre dentro del marco de la legalidad vigente.
Este respeto a las costumbres plantea muchos problemas cuando nos referimos a temas como el de la permisibilidad del uso del velo en las escuelas que abre debates intensos que pretenden discernir donde está el límite entre el respeto a la tradición de ciertas doctrinas cuanto menos calificables de arcaicas y la vulneración de los derechos de las mujeres.
Que pretende trasladar el Primer Ministro? Aprovechad la oportunidad de vivir en Australia, respetad y seréis respetados ?
O deja claro que el que quiera estar en su país, debe adaptarse sin posibilidad de integrar sus costumbres en la nueva sociedad ?Recordemos que nosotros también fuimos inmigrantes en los 70.
Melé

* Podeis leer el discurso íntegro de John Howard haciendo click aquí

14 comentarios:

Unknown dijo...

Creo que lo ideal es que el inmigrante se adapte y que el Estado colabore con politicas de integracion. Pero no siempre sucede. He vivido en Alemania que creo hace bastante por la integracion (hice los cursos de integracion del ayuntamiento y conoci muchos inmigrantes) y son las terceras generaciones las que estan causando problemas.
En cuanto a nuestros emigrantes de los 70 las pasaron canutas pero se adaptaron y entonces no habia politicas de integracion, se hacia a lo bestia. Pero entonces los que iban encontraban trabajo. Ese es el principal problema: cuando no hay trabajo.

Anónimo dijo...

Mele..

Antes que nada felicidades!!! Cada día estas más joven y atlética. Se nota las clases de body -pump

Comentar que estoy de acuerdo con el Primer Ministro australiano. Tal vez sea porque he leído el texto en su integridad y no sólo el extracto que aparece en Viernes. Ya lo dice un dicho popular: "allá donde fueres haz lo que vieres". Creo que es la primera vez que un político dice en voz alta lo que mucha gente de a pie piensa.
Comparto contigo que los inmigrantes deben ser tratados como es resto de personas, con sus derechos y obligaciones. Si bien es cierto que es difícil que lleguen a gozar de las mismas oportunidades que un nacional porque siempre hay un cierto racismo implícito con todo lo que viene de fuera y nos es desconocido. Pero creo que la tolerancia debe ser recíproca. Lo que no pueden pretender es que el mundo, allá donde ellos se encuentren, gire alrededor de sus costumbres. Para nosotros también supone un esfuerzo, por lo tanto hay que esperar lo mismo por su parte

Maria Luisa dijo...

Pues la verdad es que el discurso es políticamente incorrecto, pero eso a mí me gusta en general, lo entiendo mucho mejor que cuando tengo que andar traduciendo a los correctos y correctas.
El fondo del discurso no me parece demasiado intolerante, parece que distingue entre inmigrantes y grupos radicales terroristas que, aunque a veces comparten templo, no tienen por qué compartir otros métodos de enfocar la convivencia. Yo estoy muy de acuerdo en hacer la diferencia. Vamos, que en conjunto, el discurso no me parece demasiado escandaloso.
Lo que me está costando encontrar es en qué parte del Evangelio ha encontrado el primer ministro la inspiración para decir esto:"Permitiremos a todos que disfruteis de lo nuestro, pero cuando dejeis
de quejaros, de lloriquear y de protestar contra nuestra bandera, nuestra lengua, nuestro compromiso
nacionalista, nuestras creencias cristianas o nuestro modo de vida", pero seguiré buscando... y os lo cuento.
besos

Anónimo dijo...

Pues yo estoy totalmente de acuerdo con el señor ministro y desde aquí le felicito por decirlo tan clarito, ojalá tuviesemos en España políticos así, que se atrevieran a expresar de igual manera el sentir de muchos españoles.

Anónimo dijo...

Yo creo que todos debemos asumir que la sociedad española esta cambiando y que dentro de una generacion la mitad de la poblacion sera inmigrante o hijos o nietos de inmigrantes. Mas vale que todos nos vayamos haciendo a la idea, aceptandonos y respetandonos unos a otros.
Y al (a la) anterior. Yo creo que ya tenemos en españa politicos "que expresan el sentir de muchos españoles" y que segun parece coincide con el Primer ministro australiano, otra cosa es que formen parte del gobierno actual, si es a lo que te refieres.

Anónimo dijo...

Apenas como comentario incial (a la espera de tener más tiempo de leer el discurso completo y reflexionar sobre el) me gustaría, si no teneis inconveniente, que aunque usemos el facilón "anonimo", firmemos con nuestro nombre una vez que este es un blog de amigos más o menos conocidos. Lo digo por los dos ultimos comentarios porque creo sinceramente que debemos evitar politizar el tema. Lo bueno que se hace lo hacen las personas, lo malo que se hace, en buena parte lo hacen los políticos.
JAVIER

Anónimo dijo...

Despues de leer íntegro el discurso del primer ministro Howard me parece posible estar de acuerdo en algunas cosas:
1.Vivir bajo la sharia en australia o en cualquier país occidental con un corpus jurídico propio me parece inaceptable, otra cosa es que un musulman voluntariamente acepte principios morales o de comportamiento propios de una visión estricta de su religión PARA SI MISMO, nunca para imponerlos a otros, ni siquiera a sus hijos menores (por descontado jamás a su mujer que en una sociedad civilizada es un ciudadano con voz propia e independiente de su marido).
Si la ley de un pais dice que beber está permitido pero yo decido que hacerlo va contra mi religión es mi elección, lo que sería intolerable es insultar a mi vecino porque en el uso de su libertad bebe...
2. En la misma lógica me parece que si la costumbre de un país dicta el uso de símbolos o emblemas de otra religión ( ie cruces o belenes en navidad, crucifijos en aulas etc) es profundamente intolerante y bastante idiota enfadarte como "invitado" porque tu tengas otra religión. Otra cosa es que esos símbolos implicaran insultarte a ti o a tus costumbres, ahí deberemos hacer todos un esfuerzo por adaptarnos a la nueva realidad. Por otro lado, celebrar juntos el año nuevo chino, el dia de los muertos mexicano o el dia del cordero musulman sería tan español como comer jamon serrano (musulmanes no estrictos incluidos) o hacer una guerra civil cada 100 añitos poco más o menos...
3. Es verdad que el mayor esfuerzo lo debe hacer el que llega y que no se puede exigir de la noche a la mañana una corrección política a la americana porque eso surge de muchos años de convivencia y no pocos vicios inconfesables previos. En contrapartida, quien acoge debe ofrecer igualdad ante la ley, libertad para vivir en paz y ya puestos a pedir fraternidad para soportarnos juntos y no pocas veces revueltos... En este sentido España no es un mal país de acogida para estar tan poco preparado para la avalancha de los ultimos años. Conseguiremos hacerlo mejor que otros?, nos podrá la xenofobia motivada sobre todo por el desempleo que se avecina?, será la cierta arrogancia que se nos adivina con el recien llegado un preludio de males mayores? arderá Barcelona como un dia ardió París? (si depende de nuestros políticos NO IMPORTA SU COLOR arderemos todos...)
4. Para terminar: el valor del discurso, si tiene alguno, me parece que es el decir sin pelos en la lengua que el camino tiene dos sentidos, de ida y de vuelta: Si quieres construir este país (con tu música, tu religión, tus vestidos, tus colores, tu acento, tus sabores, tus niños, tu belleza y tus principios) eres bienvenido a formar parte de él. Si vienes a exigir ser diferente (no a afirmar tu identidad), a formar tu guetto (no tu comunidad), a negar tus obligaciones y exigir sólo derechos, si quieres montar tu país dentro del nuestro (de todos, tuyo también), entonces no perteneces aquí, llévate tu odio y tu cerrazón porque en este barrio no hablamos tu idioma...
Lo negativo del discurso: como a todo "buen" político ( que oxímoron tan grande meu deus!) le falta el corazón, la mano abierta, el tono menos agresivo, el guante de seda para la mano de hierro, la pluma más fuerte que la espada...
Un abrazo y felicidades por sacar el tema. Aunque Mele me haya "limpiado" la idea de hablar sobre tolerancia, emigración y lo que puede pasar en España, el formato de Viernes nos permite expresar nuestras opiniones tanto si se propone como si se comenta.

Anónimo dijo...

Javier...suscribo en su totalidad lo que has escrito.
la proxima vez no tardes tanto en enviarnos tus reflexiones aunque a mi personalmente me ha encantado leerlas como comentario.

Anónimo dijo...

Tu reflexión, Javier, es impecable e igualmente la suscribo punto a punto. En el fondo y con matices todos estamos más o menos de acuerdo: todos los individuos que cosocializan, independientemente de sus diferencias, deben regirse por el mismo sistema de leyes porque de otra forma tendríamos un sistema injusto y precisamente de justicia estamos hablando. De todo esto lo único que quiero señalar es el modo como algunos celebran los discursos duros. ¿Es sólo es una cuestión formal? El prescindir de la corrección política cuando se dicen obviedades no cambia las cosas, pero personalmente pienso que los políticos si deberían tener cuidado por el modo en que plantean las cosas. El miedo al extranjero es un temor atávico y como tal es fácil convertirlo en una herramienta de propaganda, y no toda la sociedad entiende de la misma forma estos discursos, particularmente en momentos difíciles como este. No es lo mismo cuando el inmigrante es tu empleado que cuando es tu vecino y compite contigo por un puesto de trabajo que antes no querías, por una beca de comedor que antes no necesitabas o por un turno en la cola de médico. Para alegría de muchos y para pena de otros, ya estamos aquí y seguramente aquí seguiremos; así que como dijo más arriba nuestro segundo o segunda comentarista anónim@, "más vale que todos vayámonos haciendo a la idea". Es lo que tiene tener un país cojonudo. ¿Quién quiere irse a Australia, si allí ni ganan eurocopas ni tienen jamón?

Anónimo dijo...

...Y para rebajar del todo el tono, comparto con vosotros una viñeta de Forges

Anónimo dijo...

Para Ampa: Gracias y espero colaborar más a partir de ahora que acabaron mis últimas vacances del año.
Para walter: es un placer coincidir contigo y estoy totalmente de acuerdo ( como se lee en mi reflexión final en el "post" anterior) en que los políticos, incluso pudiendo ( y hasta debiendo) no ser siempre politicamente correctos, son los que nunca deben inflamar los ánimos de los más exaltados. Un discurso "duro" vende en momentos de apuro pero conviene recordar que en un momento igualmente duro se buscó un chivo expiatorio en los judios en un país no precisamente incivilizado y ya sabemos como acabaron las cosas...
Los problemas actuales afectan a la convivencia porque el fenómeno es masivo y relativamente nuevo pero mi recelo es más con la 2ª y 3ª generaciones porque esos serán los que exijan fuertemente sus derechos y si no nos unimos todos para no hacer distinciones entre españoles "celtibéricos" ( por usar un término lo más neutro posible) y españoles de otros orígenes estaremos sentando las bases para la discriminación y el odio del que surge la "revolución de los suburbios" a la parisina.
La solución: ayudar en origen (cada vez más) a quien lo necesita y admitir aqui del modo más ordenado posible a los que buenamente se puede recibir con condiciones dignas y equivalentes a las nuestras, es decir con empleos dignos (aunque nosotros los rechacemos), pagados con equidad (incluso porque el sub-salario favorece el resentimiento de los obreros "locales" y el abuso de los negreros modernos) y con prestaciones sociales de calidad en la cantidad suficiente para que las colas del médico no aumenten, las becas no disminuyan y las plazas de guarderia no sean todas para los más pobres en cuanto los que "estadisticamente" pasan a ser más ricos pero siguen siendo pobres ya no tienen acceso a ellas.
Alguien dirá que el dinero no sobra pero acaso no conoceis todos algun caso de dinero público alegremente gastado en estudiar la abeja catalana, la avutarda del alto guadalquivir o el estornino de la sierra de albarracin que tendría mejor uso si el burócrata de turno no tuviera oscuros intereses que satisfacer?
Por repartir responsabilidades:
1. A la prensa le corresponde insistir menos en la nacionalidad de quien comete delitos porque si bien una parte importante de delitos violentos tiene su origen en mafias o grupos organizados extranjeros todos sabemos que la mayoría de nuestros nuevos vecinos viene a trabajar y a vivir en paz.
2. A los propios nuevos convecinos les corresponde respetar su nueva tierra (de acogida temporal o de adopción), sus costumbres, sus leyes y -lamentablemente- sus impuestos y obligaciones, abandonando si es necesario aquellas que sean incompatibles con su nuevo entorno o enseñandonos a comprender aquellas que nos resulten bizarras pero tal vez aceptables. Sus ritos, tradiciones e identidad deben ser preservados y preferiblemente compartidos pues nada es más lindo que aquella celebración espontánea de la eurocopa en lavapies con berimbaus brasileiros, tambores africanos y guitarras españolas sacándole letra a nuestro desletrado himno.
Este país es la puerta de africa de europa y de américa . Mil veces fue invadido y otras tantas sedujo a sus invasores (vándalos y almorávides incluidos, por citar 2 ejemplos de barbarie e intolerancia religiosa), mil veces mestizo y sin embargo con su estilo propio, celtíbero, romano y godo, criptojudio y bastante moro. Un poco de negritud ( que ya fue nuestra negritud en tiempos más antiguos...) y un poco de conquista inversa por "nuestros americanos" apenas nos construirá de nuevo, un piso más en la historia de este viejo pais...

Anónimo dijo...

Grande Walter !!!
Vi la viñeta de Forges en su dia y me encantó !!! Gracias por rescatarla para Viernes.

Anónimo dijo...

Se me había olvidado ! a mi también me parece genial la viñeta de Forges.

Anónimo dijo...

Es un tema controvertido porque hay diferentes, opuestos diría, puntos de vista.
Si eres inmigrante nunca vas a pensar como si no lo fueses .Lo cierto es que nadie elige serlo y la emigración va unida a la falta de recursos porque si eres un rico saudí seguro que no tienes ningún problema cuando sales de tu país.
Conozco el mundo americano; el entusiasmo que tiene la gente hispana por venir aquí y aprender.
También conozco a los árabes que se integran menos porque son más intransigentes y creen que tienen la “Verdad”.
Luego está ese machismo que subyace en muchas culturas.Y que hace que a las mujeres nos toque las leyes más nefastas
Pero lo cierto es que hay muchas diferencias y como decía Walter lo “chungo” es cuando se trata de compartir el puesto de trabajo o la sala de espera del hospital
Total que si lo que nos toca es convivir, (las migraciones son un fenómeno demográfico y no un “ problema”) nos hará falta mucha tolerancia a unos y a otros
Es muy cierto que cuando estamos fuera de nuestro país, lo que nos da tranquilidad es tener un billete de vuelta y una visa en el bolsillo ¿o no? Pues eso, comprensión.