DIRECTOR Martin Scorsese
GUIÓN Laeta Kalogridis (Novela: Dennis Lehane)
FOTOGRAFÍA Robert Richardson
REPARTO Leonardo DiCaprio, Mark Ruffalo, Ben Kingsley, Emily Mortimer, Michelle Williams, Patricia Clarkson, Max von Sydow.
Las películas sobre psiquiatras y hospitales psiquiátricos siempre me han atraído mucho. Quizá sea porque yo mismo soy psiquiatra de profesión, aunque bien pudiera ser al revés, es decir, que me hiciera psiquiatra porque me gustaban las películas sobre el tema. En cualquier caso, siempre acudo a ver con gran interés toda película relacionada con la psiquiatría que llega a mi conocimiento y desde luego fui a ver Shutter Island con gran expectación.
Una película sobre un misterioso hospital psiquiátrico, dirigida por el magnífico Martin Scorsese y protagonizada por Leonardo Di Caprio, (quién para mi gusto se ha convertido en un excelente actor, por ejemplo en películas como “The departed” y “Body of lies”) parecía la oferta perfecta para una tarde de cine. Sin embargo, debo decir que Shutter Island me defraudó.
Es una película que promete mucho en el planteamiento pero que se va desinflando a medida que transcurre el núcleo y el desenlace de la trama. El comienzo no puede ser más interesante: Década de los 50 en Estados Unidos. Un hospital psiquiátrico de máxima seguridad, aislado en una isla frente al puerto de Boston, que alberga a los 66 criminales enfermos mentales más peligrosos de América. Dos policías del cuerpo de US Marshals (Teddy Daniels/Leonardo DiCaprio y Chuck Aule/Mark Ruffalo) acuden a dicho centro para investigar la aparentemente inexplicable desaparición de una de las peligrosas internas. El misterioso psiquiatra y director del centro, Dr. Cawley, interpretado por Ben Kingsley, que obviamente oculta más de lo que cuenta. Un psiquiatra de origen alemán, el Dr. Naehring, interpretado por el impresionante Max von Sydow, al que se le intuye un pasado nazi. Nota al margen: Max von Sydow, a pesar de la edad sigue teniendo una de las presencias más apabullantes de la pantalla, le ha pasado como a Sean Connery.
Pronto se desvela que nuestro protagonista, el agente Daniels, tiene también un complejo pasado relacionado con su papel como soldado americano en la liberación de un campo de concentración nazi en el año 45 y con la muerte de su mujer en un incendio. En resumen, no se puede pedir más para el comienzo de un thriller psicológico.
Pero, una vez que la situación y los personajes se han presentado, la trama empieza a hacerse confusa. Se abusa de imágenes oníricas de los sueños del protagonista y la película evoluciona más por los caminos del cine de terror que por los del thriller.
Los acontecimientos se van sucediendo con mucha rapidez, sin que quede muy claro por qué los personajes hacen lo que hacen y la trama pierde verosimilitud. Es bastante habitual que los psiquiatras o los enfermos mentales de las películas hagan cosas que no tienen ningún sentido a los ojos de un profesional pero además en este caso, resultan inverosímiles a la vista del propio desarrollo de la historia. Los actos de la pareja de agentes federales, Daniels y Aule, también se hacen incomprensibles e improbables. A pesar de la confusión de la trama, Scorsese obviamente maneja hábilmente los recursos del cine y la película transmite inquietud y desasosiego, por lo que no defraudará a los que van buscando esas sensaciones en el cine.
Entre múltiples idas y venidas y algunos sustos, va transcurriendo la parte central de la película hasta llegar a un desenlace que resulta decepcionante. Obviamente no voy a desvelar el final o la explicación del misterio pero sí diré que a mí me dejó la sensación de que muchas cosas se habían sacado de la manga. Por descontado, la imagen que da de la enfermedad mental o de los psiquiatras es completamente errónea.
Al final del todo, en lo que se puede considerar casi como un epílogo de la película, vuelve a haber un rasgo de genialidad con la última frase que pronuncia el agente Teddy Daniels, que nos vuelve a dejar con múltiples interrogantes.
En conclusión, una película interesante pero en absoluto inolvidable. Un excelente planteamiento y una buena conclusión pero en con una trama en conjunto confusa y deslavazada. Creo que gustará más a los aficionados al cine de terror que a los que nos gusta el cine de misterio o el cine de psiquiatras.
Para terminar, permitidme una digresión sobre las películas psiquiátricas. Es una pena que en general, hasta las buenas películas, ofrecen una imagen muy negativa sobre la psiquiatría. Una de las mejores del subgénero, “Alguien voló sobre el nido del cuco”, ofrece una imagen siniestra y anticuada, aunque como película es excelente. La excepcional “El silencio de los corderos”, consagró a mi colega el Dr. Hannibal Lecter como el mejor malo de la historia del cine. Su psiquiatra antagonista el Dr. Chilton, se hace tan detestable que uno se acaba alegrando de que se convierta en la merienda de Hannibal el Caníbal.
GUIÓN Laeta Kalogridis (Novela: Dennis Lehane)
FOTOGRAFÍA Robert Richardson
REPARTO Leonardo DiCaprio, Mark Ruffalo, Ben Kingsley, Emily Mortimer, Michelle Williams, Patricia Clarkson, Max von Sydow.
Las películas sobre psiquiatras y hospitales psiquiátricos siempre me han atraído mucho. Quizá sea porque yo mismo soy psiquiatra de profesión, aunque bien pudiera ser al revés, es decir, que me hiciera psiquiatra porque me gustaban las películas sobre el tema. En cualquier caso, siempre acudo a ver con gran interés toda película relacionada con la psiquiatría que llega a mi conocimiento y desde luego fui a ver Shutter Island con gran expectación.
Una película sobre un misterioso hospital psiquiátrico, dirigida por el magnífico Martin Scorsese y protagonizada por Leonardo Di Caprio, (quién para mi gusto se ha convertido en un excelente actor, por ejemplo en películas como “The departed” y “Body of lies”) parecía la oferta perfecta para una tarde de cine. Sin embargo, debo decir que Shutter Island me defraudó.
Es una película que promete mucho en el planteamiento pero que se va desinflando a medida que transcurre el núcleo y el desenlace de la trama. El comienzo no puede ser más interesante: Década de los 50 en Estados Unidos. Un hospital psiquiátrico de máxima seguridad, aislado en una isla frente al puerto de Boston, que alberga a los 66 criminales enfermos mentales más peligrosos de América. Dos policías del cuerpo de US Marshals (Teddy Daniels/Leonardo DiCaprio y Chuck Aule/Mark Ruffalo) acuden a dicho centro para investigar la aparentemente inexplicable desaparición de una de las peligrosas internas. El misterioso psiquiatra y director del centro, Dr. Cawley, interpretado por Ben Kingsley, que obviamente oculta más de lo que cuenta. Un psiquiatra de origen alemán, el Dr. Naehring, interpretado por el impresionante Max von Sydow, al que se le intuye un pasado nazi. Nota al margen: Max von Sydow, a pesar de la edad sigue teniendo una de las presencias más apabullantes de la pantalla, le ha pasado como a Sean Connery.
Pronto se desvela que nuestro protagonista, el agente Daniels, tiene también un complejo pasado relacionado con su papel como soldado americano en la liberación de un campo de concentración nazi en el año 45 y con la muerte de su mujer en un incendio. En resumen, no se puede pedir más para el comienzo de un thriller psicológico.
Pero, una vez que la situación y los personajes se han presentado, la trama empieza a hacerse confusa. Se abusa de imágenes oníricas de los sueños del protagonista y la película evoluciona más por los caminos del cine de terror que por los del thriller.
Los acontecimientos se van sucediendo con mucha rapidez, sin que quede muy claro por qué los personajes hacen lo que hacen y la trama pierde verosimilitud. Es bastante habitual que los psiquiatras o los enfermos mentales de las películas hagan cosas que no tienen ningún sentido a los ojos de un profesional pero además en este caso, resultan inverosímiles a la vista del propio desarrollo de la historia. Los actos de la pareja de agentes federales, Daniels y Aule, también se hacen incomprensibles e improbables. A pesar de la confusión de la trama, Scorsese obviamente maneja hábilmente los recursos del cine y la película transmite inquietud y desasosiego, por lo que no defraudará a los que van buscando esas sensaciones en el cine.
Entre múltiples idas y venidas y algunos sustos, va transcurriendo la parte central de la película hasta llegar a un desenlace que resulta decepcionante. Obviamente no voy a desvelar el final o la explicación del misterio pero sí diré que a mí me dejó la sensación de que muchas cosas se habían sacado de la manga. Por descontado, la imagen que da de la enfermedad mental o de los psiquiatras es completamente errónea.
Al final del todo, en lo que se puede considerar casi como un epílogo de la película, vuelve a haber un rasgo de genialidad con la última frase que pronuncia el agente Teddy Daniels, que nos vuelve a dejar con múltiples interrogantes.
En conclusión, una película interesante pero en absoluto inolvidable. Un excelente planteamiento y una buena conclusión pero en con una trama en conjunto confusa y deslavazada. Creo que gustará más a los aficionados al cine de terror que a los que nos gusta el cine de misterio o el cine de psiquiatras.
Para terminar, permitidme una digresión sobre las películas psiquiátricas. Es una pena que en general, hasta las buenas películas, ofrecen una imagen muy negativa sobre la psiquiatría. Una de las mejores del subgénero, “Alguien voló sobre el nido del cuco”, ofrece una imagen siniestra y anticuada, aunque como película es excelente. La excepcional “El silencio de los corderos”, consagró a mi colega el Dr. Hannibal Lecter como el mejor malo de la historia del cine. Su psiquiatra antagonista el Dr. Chilton, se hace tan detestable que uno se acaba alegrando de que se convierta en la merienda de Hannibal el Caníbal.
Y una reflexión final, la idea de los enfermos mentales como peligrosos criminales es muy habitual en el cine y la literatura y puede generar historias muy interesantes que nos harán pasar buenos ratos. Sin embargo, debemos recordar que los enfermos mentales son con muchísima más frecuencia víctimas de actos violentos, que autores de los mismos.
Epi
5 comentarios:
Hola Epi.
Me ha encantado tu consideración final, en la reflexión sobre los enfermos mentales, son ellos los que se encuentran indefensos ante la sociedad. No he visto la película porque el trailer me provoca mucha ansiedad. Me parece muy bien tu reivindicación en orden a la mala prensa de los psiquiatras, siempre son los malos en todas las historias, pero bueno, también pasa con los abogados.
Pilar
Pues, Pilar, la ansiedad dura toda la peli...
Yo salí del cine angustiadísima, no sé si por me metí mucho en la piel del protagonista o porque me sentí absolutamente engañada por el tratamiento que hace Scorsese de la relación psiquiatra-enfermo mental, me parece absolutamente tramposa para el espectador... con la única finalidad de provocar angustia artifialmente. Para mí es una película peligrosa, aunque hecha con todos los ingredientes: un poco de actor guapo, un poco de holocausto, un poco de teoría conspiracionista disfrazada de pensamiento científico y mucho de buenos decorados: rayos y truenos, acantilado,locos amenazantes y psiquatras elegantes... En fin, creo que Scorsese necesitaba dinero...
Aunque si tuviera que salvar algo de la película, creo que en algunos momentos puedes llegar a sentir lo que siente un enfermo mental, y ver el mundo como ellos lo ven: aterrador... Aunque no creo que fuea ese el objetivo del director, creo que merece mucho la pena como "experiencia"...
¡Uy! no sé... Yo pensaba ir a verla (este Viernes me está quitando muchísimas tareas...) pero estas opiniones están siendo definitivas para mí:ver una película entera con ansiedad ¡lo que me faltaba! Desde luego no soy del grupo que le gusta el cine de terror... Voy a ver Corazón rebelde
Después de leer este artículo , y ver que los psiquiatras de la gran pantalla distan mucho de la realidad , me doy cuenta que es frecuente con otras profesiones y si a veces se parecen , suele ser con la parte mas negativa . Bueno como me gusta las películas con tensión la veré , eso si sin prisas.
Gonzalo
Yo no soy nada fan de Scorsese asi que me ha venido muy bien tu articulo para refrendarme en la idea de no ver la peli.
He de decir que me ha resultado muy interesante tu revision de las pelis psiquiatricas que a mi siempre me han parecido muy inquietantes.
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