Mi viaje por la otra China:Hong Kong-Macao-Taiwán

Mi regalo de Navidad este año fue entrar en la bahía de Hong Kong en Ferry de noche. Un espectáculo de rascacielos y luz que visto desde el mar es más que recomendable. Ya llevaba varios días en esa ciudad llena de contrastes y dónde oriente y occidente conviven de forma armoniosa y para una neófita en Asia como yo, asombrosa. Calles llenas de rascacielos, centros comerciales kilométricos de visita recomendada por todas las guías, tiendas, tiendas y más tiendas y de repente, un templo, remanso de paz y recogimiento dónde los ancianos juegan al Mahjong y hacen ofrendas a sus dioses. Hong Kong tiene una red de pasarelas que hace que si no quieres no toques el suelo en ningún momento pero si lo haces bajas a la China de los mercados y el bullicio de la gente. Una gente que en hora punta abarrota las calles como en cualquier gran ciudad de este mundo globalizado pero que para mi sorpresa no están estresados!!
El ferry que me hizo el regalo de Navidad nos devolvía a Hong Kong tras pasar el día en Macao, antigua colonia Portuguesa que ahora conserva un cierto aire colonial (que en Hong Kong solo encontré en la catedral donde señoras muy inglesas preparaban la misa del gallo) y calles auténticamente Portuguesas repletas de letreros en portugués y chino, salpicadas por pastelerías dónde comimos hasta pasteis de nata tan lejos de casa!! (soy Extremeña, los pasteis de nata o de Belém son parte de mi dieta!!). Ah, y casinos enormes, Macao se conoce ahora como las Vegas de Asia y al bajar del ferry los casinos te dan la bienvenida saturando el buzón de mensajes de tu móvil ofreciéndote sus servicios.
Mi viaje por Asia acabó en Taiwán una isla volcánica desconocida donde puede que habite la gente más amable de este planeta. Una gente que desde que sale de trabajar vive en la calle. Calles llenas de mercados nocturnos abiertos y repletos hasta bien entrada la madrugada y que a las 12 de la mañana están aletargadas, ni rastro de toda esa gente que por la noche te mira atentamente, se ríen y dicen :americanos!! y las tiendas cerradas!
La vegetación tropical, el paisaje volcánico, las gargantas de mármol llenas de agua cristalina, las calles repletas de mercados nocturnos, el edificio más alto del mundo (en el momento que yo subí lo era, dejo de serlo dos días más tarde) todo quedó en mi memoria pero sin duda el recuerdo de sus habitantes es lo que quedará en mi memoria cuando el resto de imágenes vayan borrándose con el tiempo.
Paloma V