Del 28 enero al 4 de Abril 2010
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando C/Alcalá 13, Madrid. Entrada Gratuita.
De martes a Sábados de 10h a 14h y de 17h a 20h.
Domingos y festivos de 10 a 14h. Lunes cerrado.
Maruja Mallo, mitad angel, mitad marisco. Parece que ésta es la definición que le dio Salvador Dalí y lo cierto es que en sus cuadros, se respira el ángel y el marisco, con todas las connotaciones que tienen.
Hasta el 4 de abril la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando nos abre una ventana al universo de Maruja Mallo, una de las grandes artistas del S. XX. Mujer luchadora, desde la Residencia de Estudiantes, sus intervenciones y su trabajo hasta su estética personal, nos dejan ver alguien absolutamente innovador para su época, cargado de energía y de cambio. Las “Naturalezas vivas” son un claro ejemplo de esa fuerza positiva que encontramos en sus cuadros. Hay una palabra que define a la perfección todo esto: “Vanguardia”, “Maruja Mallo, una mujer vanguardista”, esa sería la expresión.
Su obra me parece un impresionante resumen del S. XX, desde los colores de su primera época –cabe destacar el cuadro Verbenas- hasta el documental que se puede ver en una de las salas de la exposiciones. Los cuadros nos evocan a los más grandes y variados pintores del S. XX: Dalí, Picasso, Diego Rivera, etc. Surrealismo, dadaísmo, marxismo… en cada cuadro encontramos una fabulosa sorpresa. Con la mujer como protagonista absoluta y esa otra dimensión de Maruja Mallo… entre el mar y el cielo, entre el océano de Chile y la tierra de Europa, entre la naturaleza VIVA y el sueño de una transgresora.
Personalmente, admiro a este tipo de mujeres, que fueron capaces de abrir el arte a otra dimensión, una dimensión femenina (o feminista, como ustedes prefieran o según lo miren), onírica, alegre y que no olvidaron a los que no gritan, pescadoras, espigadoras, etc.
Sin duda alguna, esta exposición es una oportunidad que no podemos perder para disfrutar la obra de Maruja Mallo y todo el su contenido y simbolismo, como viaje por un siglo.
Pilar Ponce
Hasta el 4 de abril la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando nos abre una ventana al universo de Maruja Mallo, una de las grandes artistas del S. XX. Mujer luchadora, desde la Residencia de Estudiantes, sus intervenciones y su trabajo hasta su estética personal, nos dejan ver alguien absolutamente innovador para su época, cargado de energía y de cambio. Las “Naturalezas vivas” son un claro ejemplo de esa fuerza positiva que encontramos en sus cuadros. Hay una palabra que define a la perfección todo esto: “Vanguardia”, “Maruja Mallo, una mujer vanguardista”, esa sería la expresión.
Su obra me parece un impresionante resumen del S. XX, desde los colores de su primera época –cabe destacar el cuadro Verbenas- hasta el documental que se puede ver en una de las salas de la exposiciones. Los cuadros nos evocan a los más grandes y variados pintores del S. XX: Dalí, Picasso, Diego Rivera, etc. Surrealismo, dadaísmo, marxismo… en cada cuadro encontramos una fabulosa sorpresa. Con la mujer como protagonista absoluta y esa otra dimensión de Maruja Mallo… entre el mar y el cielo, entre el océano de Chile y la tierra de Europa, entre la naturaleza VIVA y el sueño de una transgresora.
Personalmente, admiro a este tipo de mujeres, que fueron capaces de abrir el arte a otra dimensión, una dimensión femenina (o feminista, como ustedes prefieran o según lo miren), onírica, alegre y que no olvidaron a los que no gritan, pescadoras, espigadoras, etc.
Sin duda alguna, esta exposición es una oportunidad que no podemos perder para disfrutar la obra de Maruja Mallo y todo el su contenido y simbolismo, como viaje por un siglo.
Pilar Ponce
1 comentario:
Pilar, ayer domingo fui a ver la expo de Maruja Mallo. La verdad es que no sabía mucho de su obra. Lo que habia leido en viernes y poco más. Me gustó. Especialmente las "naturalezas vivas". Equilibradas, sosegadas y a la vez vibrantes!!! Tengo que volver porque no me dió tiempo a ver el video y sospecho que era una mujer fascinate.
Os recomiendo no ir un domingo porque hay bastante gente y, al menos con la que yo coincidí, muy ruidosa.
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