La Antartida, una de las últimas verdaderas regiones prístinas del mundo-.

Finalmente a finales de febrero de este año cogí el avión que me llevaría a Buenos Aires de allí otro a Ushuaia para luego coger un barco y cruzar el paso del Drake, una barrera biológica natural en donde las frías aguas polares se sumergen debajo de las aguas más cálidas del norte–podéis imaginar el oleaje-. Esto genera una gran cantidad de nutrientes, que sustentan la biodiversidad de esta región. El Pasaje Drake también marca el límite norte de muchas aves marinas antárticas.
Y una vez cruzado el paso de Drake llegamos a la península Antártica y visitamos, las Islas Shetland del Sur que están colmadas de vida silvestre. Vastas colonias de pingüinos, playas gobernadas por lobos marinos antárticos y elefantes marinos del sur. Navegamos por el estrecho pasaje hacia la caldera inundada de Isla Decepción; la posibilidad de sumergirse en las aguas templadas de Caleta Péndulo es verdaderamente asombroso. La Isla 25 de Mayo (King George Island) es la isla más grande de las Islas Shetland del Sur y se caracteriza por las colonias de pingüino Adelia y de barbijo, gaviota cocinera, cormorán imperial, gaviotín antártico y de petrel gigante del sur. También se encuentran bases científicas de diferentes países. Los pingüinos de barbijo, pingüinos frente dorada, pingüinos papúa, como así también elefantes marinos, en la Isla Livingston. Navegamos por algunos de los más bellos canales: el Estrecho de Gerlache, el Canal Neumayer y el Canal Lemaire que son estrechos pasajes entre imponentes rocas y glaciares espectaculares.
Y así exploramos el increíble paisaje, un desierto prístino de nieve, hielo, montañas y cursos de agua y la increíble y amplia variedad de vida silvestre. Además de pingüinos y aves marinas también vimos de cerca focas cangrejeras, de Weddell y leopardo, ballenas jorobadas, Minke y orcas, cormorán imperial, etc...
Y aún allí donde Sir Ernest Henry Shackleton para conseguir tripulación para la exploración al polo sur a principios del siglo XX puso un anuncio en la prensa: "Se buscan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Mucho frío. No se asegura retorno con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito”; aún allí, hay restos del hombre, de antiguos balleneros y foqueros cuando en el siglo XVIII el aceite que se extraía de estos animales era nuestro combustible, estas ruinas hoy han sido invadidas por los nidos de pingüinos. Pero, hoy gracias al tratado antártico, firmado el 1 de diciembre de 1959, se limitan las actividades de la Antártida a misiones pacíficas y en particular científicas, el continente se dedica a la paz y a la ciencia y allí se encuentran bases científicas, algún aventurero y por supuesto los turistas.
Viajar a la Antártida, es un viaje diferente, es un viaje a la NATURALEZA, es oír el silencio o el estruendo de un glaciar que rompe en el mar, es frío, es conocer animales en su hábitat natural, es estar al lado de pingüinos, focas, albatros, lobos marinos, ballenas, etc.. es respirar el aire puro, es disfrutar intentando que la retina retenga la inmensidad de un glaciar o suspirar ante la belleza caprichosa de un iceberg, es sonreír viendo a los pingüinos corretear o admirar el equilibrio entre los animales, es disfrutar viendo un amanecer. Es una pasada!!!!!!!!!!!!!!!!
Os dejo con una selección de fotos... vosotros mismos, sólo una cosa como siempre en estos lugares de una pureza indiscutible no os puedo trasladar el sonido, ni el olor, ni el silencio que se oye…
NOTA: si alguno le interesa conocer algo de los exploradores que fueron y las condiciones de vida os recomiendo la película “Atrapados en el hielo” pero si queréis conocer de primera mano cómo son capaces de sobrevivir hasta una temperatura de 70 ºC bajo cero, la especie más representativa de la Antártida -el pingüino emperador- os recomiendo “El viaje del último emperador”, está grabada en su hábitat natural por científicos de una base francesa.MariaJo