Khan el Kalili es el zoco de El Cairo .La vida trascurre allí con un ritmo frenético.Se compra y se vende de todo. Joyas, perfume, especias ropa de belly dance...
Las tiendas cierran tarde y cuando caen las puertas metálicas los callejones se vacían de gente pero en el café Fishawy siempre hay vida.
Es el primero en abrir por la mañana cuando la ciudad, perezosa, aún duerme. Donde tomar el primer café turco saada (sin azucar) o dulce (masbut) o un té a la menta y desde luego el lugar de la última pipa de agua (sisha) antes de retirarse a descansar.
Es el lugar donde van los turistas pero sobre todo los cairotas. Donde recalan las ruidosas y alegres bodas (la Mezquita de Hussein pilla cerca).
El sitio favorito de Naguib Mahfouz, él también del barrio de Gamaliya.
Donde siempre llevas a los amigos. Allí he estado con David, Manu, Jose Luis, Isabelita, Nuria, María, Ivan… y al que siempre vuelves.
Testigo de un tiempo en que en Egipto se hablaba francés y se fraguaba una revolución que nunca llegó. Se pensaba que el Cairo era una ciudad moderna y sofisticada que nada tenía que envidiar a, por ejemplo, París.
Hoy las cosas son diferentes. Los enormes espejos del Fishawy han perdido casi su azogue y sus lámparas están polvorientas… como la ciudad, como el país.
Y ahí reside su encanto. Porque los egipcios siguen sintiéndose grandiosos, faraónicos, divinos.
Un lugar para dejarse llevar por la fantasía. Que no se puede dejar de conocer.
Viajar es eso. Estar ahí.
No sirve lo que nos cuenten. Hay que vivirlo.
Las tiendas cierran tarde y cuando caen las puertas metálicas los callejones se vacían de gente pero en el café Fishawy siempre hay vida.
Es el primero en abrir por la mañana cuando la ciudad, perezosa, aún duerme. Donde tomar el primer café turco saada (sin azucar) o dulce (masbut) o un té a la menta y desde luego el lugar de la última pipa de agua (sisha) antes de retirarse a descansar.
Es el lugar donde van los turistas pero sobre todo los cairotas. Donde recalan las ruidosas y alegres bodas (la Mezquita de Hussein pilla cerca).
El sitio favorito de Naguib Mahfouz, él también del barrio de Gamaliya.
Donde siempre llevas a los amigos. Allí he estado con David, Manu, Jose Luis, Isabelita, Nuria, María, Ivan… y al que siempre vuelves.
Testigo de un tiempo en que en Egipto se hablaba francés y se fraguaba una revolución que nunca llegó. Se pensaba que el Cairo era una ciudad moderna y sofisticada que nada tenía que envidiar a, por ejemplo, París.
Hoy las cosas son diferentes. Los enormes espejos del Fishawy han perdido casi su azogue y sus lámparas están polvorientas… como la ciudad, como el país.
Y ahí reside su encanto. Porque los egipcios siguen sintiéndose grandiosos, faraónicos, divinos.
Un lugar para dejarse llevar por la fantasía. Que no se puede dejar de conocer.
Viajar es eso. Estar ahí.
No sirve lo que nos cuenten. Hay que vivirlo.
Dolo
2 comentarios:
Estuve en El Cairo cd era adolescente y me encantó.. He regresado con la memoria cada vez que me has contado historias de tus viajes a Egipto.
La próxima vez iré contigo porque no se me ocurre una mejor guia de la ciudad. Y como tu dices: no vale que te lo cuenten. Hay que vivirlo.
Podriamos empezar por el Fishawy porque al leer tu reseña me ha apetecido mogollón sentarnos con un te a la menta a charlar dejando pasar el tiempo y observando de reojo la vida de la ciudad.
Puedo apuntarme a ese viaje???
Dolo un ULM estupendo, muy sugerente, os imaginaba allí y yo también quiero vivirlo!!
Un besito, Ana Vico
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