Speaker´s Corner: Desde el balcón de Génova

Cuando tienes un proyecto, un objetivo bien definido, el horizonte es claro: ¡conseguirlo! Hacer todos los esfuerzos necesarios para cumplir ese objetivo. Cuando lo consigues… hay tres posibilidades: la primera, la plenitud total del trabajo bien hecho y el proyecto realizado. La segunda, el vació existencial de encontrarte frente a un abismo, frente a la nada porque todo lo que hacías tenía un sentido y ahora ya lo has conseguido. Entonces viene la pregunta ¿qué hacer el día después de conseguir tu objetivo? Y una tercera opción, que es una mezcla de las dos, un sabor agridulce de conquista y pánico al abismo del futuro. En este caso, el peso de la responsabilidad nos coloca en esta tercera opción.
Vivir una noche electoral, si estás metida “en ese mundo” es emocionante! Aunque algunos puedan decir “bueno, pero ya se sabía”, hasta que los resultados no se materializan, hasta que no hay datos oficiales, “nada se sabe”. Vives la emoción del momento, la espera de un buen resultado, la “deseada recompensa” al trabajo de tantos años, de tanta gente.
Y de pronto, las estadísticas empiezan a materializarse y te encuentras ante la victoria, ante el sueño hecho realidad… Y ves que ya no es un deseo, que no es sólo un sueño sino un hecho. Te das cuenta de que los papeles, las propuestas, las cuestiones que has intentado responder en estos años deben hacerse realidad. Y ves el abismo.
Estás en un balcón, con una multitud feliz, que te transmite esperanza, alegría. Y sientes la ilusión y las ganas de “hacer bien las cosas”, al menos de probar a hacerlas de otra forma. Pero esa ilusión, la sonrisa “ilusa” –porque ilusión tiene muchas acepciones…-, se convierte en un nudo en la garganta difícil de tragar.
Ese balcón simboliza la victoria, pero también el abismo de llegar al poder, el reto de levantar un país hundido en una profunda crisis. El desafío de plasmar propuestas en leyes y políticas reales y de ver siempre, detrás de cada papel, de cada artículo de cada ley, de cada decisión, el rostro humano de la gente, los ciudadanos a los que todos los políticos se deben.
Pilar Ponce

5 comentarios:

ana dijo...

Me perdí esa noche y lo que son las casualidades, ahora recuerdo que mientras tú hacías números, yo te recordé porque pasé unas horas en el aeropuerto de Addis Abeba (al que con tanta generosidad me llevaste cuando me perdieron la mochila... me la volvieron a perder, por cierto!).
Te envidio porque de verdad debe ser emocionante. Me alegra que haya gente como tú en ese proyecto. Y os deseo / nos deseo a todos, la mejor de las suertes, que falta nos hace.
ENHORABUENA!!! (por la parte que te toca) y gracias por habérnoslo contado...

ASM dijo...

Pilar, antes de nada gracias por compartir tus sensaciones de esa noche con viernes. Me gusta mucho eso que dices al final de "los ciudadanos a los que todos los politicos se deben". La verdad es que me encantaría que volviera el concepto que identifica politica y servicio publico y que quedara atrás aquel que identifica politica con carrera publica como forma de ganarse la vida.
Hoy he visto el video en el que la ministra de economía italiana se emociona -llora- al explicar los nuevos recortes y he sentido empatía por ella. Me ha parecido mas cercana que muchos politicos y eso que ella es una tecnocrata, una ciudadana llamada como especialista para actuar como bombero e intentar atajar la caotica situacion económica a la que otros -politicos- nos han llevado.

Maria Luisa dijo...

Que emocionante!
Que suerte poder vivir eso ¿no?
yo creo que con una vierner en Génova el futuro tiene mucha mejor pinta...

Anónimo dijo...

Pues a mi me tenis flipada con este tema...pero no voy a comentar mas.
Me quedo con lo del politico como servidor publico...
Ojala vuestros deseos e ilusiones se cumplan...
Gracias por compartirlo,
Soniapt

Anónimo dijo...

Dos años después. Ayer no pude evitar recordar esta entrada.
Los recortes en el programa Erasmus y la inclusión de la nota de religión en ESO. Eso solo en educación. Son medidas que denotan el valor moral e intelectual de los que nos gobiernan.
Viernes te echamos de menos
Soniapt