El maestro no habla. A veces, si los que le acompañan arrancan aplausos del público, esboza una media sonrisa hacia la derecha. Los flamencos no se disfrazaron para entrar en el Real, pero el maestro, ni siquiera se afeitó. Se puso la camisa blanca con el puño cerrado y vuelo en las mangas, su chaleco negro, las botas negras. Como cuando estaba Camarón. Querían apoyos para que el flamenco sea patrimonio inmaterial de la humanidad. Lo que todavía no entiendo es que no lo sea ya.
Él dice que es tanta la tensión en el escenario que necesita una guitarra dura. Dice que no nos imaginamos lo difícil que es tocar la guitarra. Ahora entiendo que no hable. Está en otra dimensión. Por eso tardó casi 5 minutos en salir cuando el Teatro Real se caía con todo el aforo de pie y animando su salida a ritmo de palmas. Se permitió tardar en salir tanto, como para arriesgar que Madrid le condenara. Pero no. Salió y regaló una versión de Entre dos aguas que emocionó al respetable. Y cuando acabó, entonces sí, sonrió con la sonrisa amplia (aunque creo que se rompió en el último esfuerzo). Y uno, sabe que ha presenciado un concierto histórico, porque al maestro cada vez le apetece menos viajar.
Él dice que es tanta la tensión en el escenario que necesita una guitarra dura. Dice que no nos imaginamos lo difícil que es tocar la guitarra. Ahora entiendo que no hable. Está en otra dimensión. Por eso tardó casi 5 minutos en salir cuando el Teatro Real se caía con todo el aforo de pie y animando su salida a ritmo de palmas. Se permitió tardar en salir tanto, como para arriesgar que Madrid le condenara. Pero no. Salió y regaló una versión de Entre dos aguas que emocionó al respetable. Y cuando acabó, entonces sí, sonrió con la sonrisa amplia (aunque creo que se rompió en el último esfuerzo). Y uno, sabe que ha presenciado un concierto histórico, porque al maestro cada vez le apetece menos viajar.
Ana Ruiz
6 comentarios:
Bonito artículo.
Este verano estuvo en vitoria, tuve el placer de verle, antes habia visto a Vicente Amigo y me impresionó el dominio que tiene tocando la guitarra, pero, cuando después vi a Paco de Lucía, lo flipe a colores, es una pasada. Un regalo para los oidos. Nos pasó una cosa muy curiosa estando en la cola para entrar al concierto, conocimos a una señora que era su vecina cuando eran pequeños, en algeciras, si porque paco es de algeciras, y su padre ya decía, éste comerá de la guitarra, con cinco años dejaba de jugar en la calle para tocar, así se hacen los grandes. Un saludo a tod@s. M.C.
Que envidia!!...que bonito articulo.
Hola, a mí también me da mucha envidia!
Gracias, Ana, por compartirlo con nosotros.
Conseguido: el flamenco es ya patrimonio inmaterial de la humanidad
y el canto de la sibila mallorquin que yo la verdad ni lo habia oido mencionar.¿?
KH, no voy a poner en duda tu fidelidad a viernes... pero el canto de la sibila se ha mencionado en este mismo blog...
(Ver el auto de los reyes magos) es que no se nos escapa ni una!!!
Así que estoy encantada por ambos
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