Conocerás al hombre de tus sueños

Título original: You will meet a tall dark stranger.
Dirección y guión: Woody Allen.
Intérpretes: Naomi Watts (Sally), Anthony Hopkins (Alfie), Antonio Banderas (Greg), Josh Brolin (Roy), Gemma Jones (Helena), Freida Pinto (Dia), Lucy Punch (Charmaine)
La cita anual para los incondicionales de Allen, esta vez, con ecos de premonición que para sus protagonistas van más allá de su título, no sorprende pero entretiene de una manera más que digna. Catalogada por la crítica como superior a su anterior entrega, Si la cosa funciona, no alcanza tal vez la calidad de la trilogía londinense, pero a mí me devolvió al Woody de Hanna y sus hermanas y, a los espectadores en general, al Woody de siempre: varias historias de parejas, vidas cruzadas y situaciones a veces descabelladas, en las que desembocan decisiones tomadas por el consejo de una adivina, un psiquiatra, uno mismo, cuando bucea dentro de sí, personajes tal vez arquetípicos pero siempre creíbles y sólidos, y su inevitable jazz de fondo son el tejido que constituye esta comedia donde están presentes los temas sempiternos del cineasta neoyorquino y donde se deja patente cada vez más, según la crítica, su cinismo, su pesimismo existencial. Un hombre mayor (magistral Anthony Hopkins) que se casa con una joven y vulgar prostituta con la esperanza de tener el hijo varón que no tuvo con su primera esposa, Helena, una delicia de personaje al que da vida Gemma Jones, exquisitamente “british”, empeñada en buscar la verdad y la felicidad, el sentido de la vida, en una adivina que sin duda le será de más utilidad que sus anteriores, y carísimos, psicoanalistas; la hija de ambos, Sally (Naomi Watts) vive en el callejón sin salida de un matrimonio sin hijos, un trabajo sin futuro y un marido sin trabajo, Josh Brolin en el papel de Roy, que sin embargo no tendrá muchos escrúpulos en tender un puente para salir del atolladero… aunque sea sin su mujer. No os desvelo nada. La historia está tan bien contada, las situaciones son tan de Woody Allen, y los papeles tan bien interpretados que, aunque todos sepamos que él puede dar más, se le perdona. El ir y venir de afectos da que pensar: el afán de cada uno por encontrarse a sí mismo y por encontrar su felicidad al margen de los demás, siendo incluso un poquito egoísta, no tiene nada de banal. Risa asegurada, y margen para la reflexión sobre el signo de los tiempos, como siempre, sin dramatizar. Antonio Banderas, por cierto –lo siento chicas– superficial y presdindible, aunque muy atractivo en su traje oscuro. Por cierto que me encantó el vestuario: me pareció realista, comedido (en el mejor de los sentidos) y muy actual. Como la vida misma. Os la recomiendo.
Amelia Pérez de Villar



9 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por la recomendación, me apetece mucho verla.
Besos,
Soniapt

Anónimo dijo...

Quizá este finde vaya, a mi Allen me encanta y no me suele defraudar a escepcion de Vicky, Cristina Barcelona que fue un fiasco y Melinda y Melinda que no he podido pasar del primer cuarto de hora, pero a la que aun le doy un voto de confianza y quiero volver a ver, quizá yo no tenía un buen dia... ;-))
MartaG.

Anónimo dijo...

A MI ME HA ENCANTADO, ESTAN SEMBRADOS TODOS LOS PERSONAJES, LA CONEXION ES FANTASTICA, PASAS UN BUEN RATO, QUE ES LO QUE IMPORTA, Y TE RIES UN MONTON. CHULY

Anónimo dijo...

RECOMENDADAAAA

Anónimo dijo...

RECOMENDADAAAA

ÁTIMO dijo...

A mi me encantó, bueno, siempre me gusta !!!. Es muy divertida y tb realista,me gustan sus diálogos y todas las interpretaciones menos la de Banderas (no me lo creo nunca).El vestuario,las casas y Londres fantásticos. Hay diálogos geniales.
Estoy de acuerdo con la crítica:
ÁTIMO

Anónimo dijo...

Chuly, cuentanos como fue el estreno d Oviedo

Anónimo dijo...

Bueno, el estreno fue en Aviles, una ciudad pequeñita, donde han conservado el casco antiguo. Antes de la película, a las 19 horas se nos invitó a un grupo muy selecto a un coctel (en el que yo me puse al lado del camarero que escanciaba sidra y no me separé hasta que me fui) en el Hotel NH donde acudieron las actrices Gemma Jones, Lucy Punch, a las cuales tuve el honor de saludar, (maravillosos los ojos de Gemma)después apareció Woddy con su mujer, Jaume Roures (jefe de mediapro) y un séquito de personas. El pobre Woddy no dio más de diez pasos, y todas las autoridades le rodearon y empezaron a saludarle, darle regalos y ponerle la cabeza como un bombo.
Hacia las 20.15 fuimos desalojando la terraza del Hotel, para dirigirnos al Centro Cultural donde se proyectaba la película, estuvimos esperando unos 15 minutos, hasta que apareció Woddy con las actrices, Jaume, el director de la Fundación Niemeyer y la traductora, se subieron al escenario y presentaron la película. Una de las anécdotas fue que cuando la traductora estaba explicando lo que había dicho Woddy, se le cayó un papel de la carpeta que llevaba y Woddy lo recogió, lo leyo y luego se lo guardó en el bolsillo de su chaqueta, la traductora no sabía donde meterse. Después de la peli todo el mundo aplaudió y nos fuimos. Yo por supuesto, me fui a cenar un choricillo a la sidra y más botellas, hay que aprovechar. Un saludo a tod@s.
Una cosa más, tengo que agradecer a mi amiga marisa el poder disfrutar de estas cositas tan especiales. CHULY

ASM dijo...

Pues muchas gracias Chuly por tu relato. La verdad es que Asturias siempre merece una visita y si encima es a un estreno de una peli de Woody Allen pues mas. Qué suerte!!! Un beso.