Ganges

Cuando preparamos nuestro viaje a la India, a mi me parecía imprescindible hacer algún trayecto en tren. Supongo que la influencia de películas como Pasaje a India de James Ivory me hacía concebir el viaje en tren atravesando las grandes distancias de un país que es un subcontinente como la mejor forma de acercarme al espíritu de aquellos viajeros británicos del siglo XIX. Pero tras dos semanas recorriendo el Rajastan Fathepur Sikri, Agra, y una gastroenteritis que se instaló en mi en Udhaipur y ya no me abandonó hasta Madrid, el viaje en tren hacía Haridwar ya no me parecía tan romántico.
A nuestra llegada a la estación de Haridwar las aglomeraciones habituales y el caos indio, esta vez acompañado del monzón hizo decaer mi ánimo. La India es un país superlativo. Todo se presenta en grandes dimensiones: las distancias, las imágenes de los dioses tan altos como edificios de tres pisos en los templos al aire libre, la gente… gente por todos lados, incluso las carreteras están llenas de personas que se desplazan de un lado a otro andando, en burro, en bici, en moto… y la lluvia que con el deficiente alcantarillado convierte la calle en un gran barrizal en cinco minutos. Pero cuando nuestro chofer nos llevó a los Gaths del Ganges, todos mis males desaparecieron. Delante de mí, un magnífico espectáculo de color en el que cientos de personas descendían las escaleras (gaths) para sumergir su cuerpo en las aguas de este río sagrado y así purificarse, otros hacían ofrendas al río en forma de barquitos con pétalos y flores en busca de una dádiva o como simple agradecimiento a esta deidad, alguna familia esparcía las cenizas del ser querido que había sido incinerado en una pira funeraria en los bosques cercanos siguiendo la ancestral tradición hindú para las ceremonias mortuorias, los niños eran llevados ante barberos que ofrecían sus servicios para rasurar la cabeza de aquellos que peregrinaban al Ganges por primera vez, otros peregrinos buscaban el nombre de sus antepasado en las listas interminables que sobre papiros ordenados en rollos habían ido confeccionando a lo largo de los años con la inscripción de peregrinos que quisieron dejar constancia así de su paso y tributo al Ganges.
Todo ello conformando un espectáculo humano al aire libre que yo contemplé ensimismada hasta la caída del sol y el comienzo de la ceremonia del Aarti que se realiza para darle gracias al rió y en el que el fuego y los tantras recitados conforman una especie de coreografía mística que envuelve el ambiente y te hace participar de la celebración.
Después de Haridwar, viajamos a Rishikesh otra ciudad sagrada a orillas del río que tiene varios Ashrams regentados por yoghis famosos que organizan ceremonias del Aarti más plásticas pero menos espontáneas.
Dicen que la India es un destino que suscita en el viajero fascinación o rechazo y quizá tenga que ver con ese aspecto superlativo presente en todas partes que hace difícil encontrar fuera de tu hotel el necesario descanso mental. Yo lo encontré en el Ganges y en todo el espectáculo que a su alrededor se desarrolla.
ASM


8 comentarios:

Anónimo dijo...

vaya viaje con chofer y todo.... la verdad a mí la India me encantó, es superlativo pero además son colores, olores y miradas.... recuerdas las miradas de la gente? Mariajo

ASM dijo...

W, magnífico video. De los mejores que has hecho para viernes. La música, el montaje y sobretodo la tipografía. Geniales. Gracias!!

ana dijo...

Desde luego... es un video maravilloso (W: eres un pelota!) jajaja! Me ha encantado.

Anónimo dijo...

A mi también me ha encantado el video, la música... Las fotos buenísimas, los colores, los ojos de una de las niñas, impresionantes... Qué viaje tan bonito!

Maria Luisa dijo...

Me temo que yo pertenezco al grupo de los del "rechazo", pero gracias por enseñarnos lo bonito de la India. Desde luego las fotos son impresionantes, ya tenía muchas ganas de verlas, se confirma mi opinión de que eres una Maestra de la fotografía, por lo menos la mía (y no me digas que es la cámara)

RA dijo...

Yo creo que las fotos son las más bonitas que has hecho en tu vida.
Me encanta el video y según este video la India es color naranja.

Anónimo dijo...

A mi me ha gustado tambien mucho, aunque las fotos...me suenan...recuerdo haber visto mas de 1000 en mi casa con los niños...
El naranja es el color preferido de Amparo, eso siempre lo dicen Anna y Alexis
SPT

Anónimo dijo...

Felicidades, es muy bello.
Tiene que ser una pasada ese viaje.
Me han encantado todas las fotos.