Speaker's corner: China y los Olimpics

Hemos quedado impresionados con el despliegue luz y color de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, pero con tanta lucecita no han podido cegar a los muchos que consideramos que no ha sido una decisión acertada la celebración de Juegos, símbolo de la fraternidad que conlleva la competición deportiva, en un país en el que las acuciadas desigualdades sociales, y la vulneración de los derechos humanos son una máxima difícil de olvidar por mucho que se maquille la ciudad de Pekin.
Se ha criticado que la niña que cantó en la ceremonia no lo hizo realmente sino que fue una bonita y estudiada vocalización a la que se acopló una angelical vocecita que por su puesto no era la suya. Pues casi que mejor, porque con lo tajantes y radicales que son los chinos en cuanto a la relativización del sufrimiento y sacrificio humano (sobre todo el de las mujeres, recordemos el vendaje de los pies) para obtener unos resultados para ellos necesarios, son capaces de estar entrenado ocho horas diarias a una niña desde su nacimiento para quedar bien ante el mundo.

Al inicio de las Olimpiadas, un comentarista italiano lanzó la polémica sobre el entrenamiento de las niñas chinas que para sacar de la probreza más extrema a sus familias eran obligadas a estar durante largo tiempo haciendo el pino con el fin de fortalecer los brazos y así entrar en una primera criba para formarse como gimnastas. El entrenamiento era tan duro que muchos de los padres decidieron sacar a las niñas de este plan de entrenamiento y evitar tanto sufrimiento a sus hijas. Como dicen en mi pueblo, "pobres pero honraos". Desgraciadamente, no siempre hay capacidad de elección.
En definitiva no me parece bien que se hayan celebrado las Olimpiadas en un país en el que mucha gente se muere de hambre, las condiciones laborales son en muchas ocasiones propias de un país del tercer mundo y se siguen pasando por alto, aunque sea de manera aislada, los derechos humanos, como nos han demostrado con la ocupación del Tibet.
Reflexionemos un poco sobre este tema, sin dejarnos deslumbrar por el oro de las medallas, aunque no podemos dejar de valorar el trabajo de los deportistas que con gran esfuerzo, intentan superarse, sin toda la ayuda que sería de esperar de sus paises. Recordemos que si exceptuamos el futbol , el resto de deportistas van cortos de euros.
Melé

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Melé, estoy totalmente de acuerdo contigo!En una epoca en la que todo tiene que ser políticamente correcto,en la que parece que no se pueda criticar abiertamente porque es de mal gusto, en la que se tiene mucha manga ancha para ciertos regímenes politicos en los que no nos olvidemos, no existen libertades politicas, libertad de expresión, derechos humanos? Qué es eso?,son pocos los que se atreven a decir abiertamente que no nos parece bien que se hayan celebrado las Olimpiadas en Pekin, un acontecimiento como este, posiblemente el de mayor relevancia mundial, el Comite Olimpico debería ser más selectivo y establecer unos criterios minimos para la propuesta y designación de una candidatura, los equipamientos deportivos, infraestructuras, capacidad hotelera, seguridad,...todo eso esta muy bien, pero en un país donde los voluntarios son obligados,pues va a ser que no!

Maria Luisa dijo...

Pues aparte de estar de acuerdo con todo lo que denunciáis, mi opinión sobre el deporte se debate entre el escepticismo por el gran esfuerzo de los deportistas por saltar 1 centímetro mas alto y la grima que me produce que las nadadoras sincronizadas no puedan ir de compras durante 2 horas porque fuera del agua se cansan...
Los fuegos artificiales, en general, me gustan, y los chinos, en particular, me encantan, sobre todo una chinita que se llama Inés Gómez.
Así es que, como a mí lo que me gusta es discutir, busqué, y busqué por todo lo que se publica por ahí y no encontre a nadie que defendiera la celebración de las olimpiadas en China. Y leí tanto sobre vulneración de derechos humanos en China, tantos casos concretos, con tanto detalle y tan bien documentado, que, al final, no creo que hubiera habido mejor forma de mostrar al mundo lo que ahí pasa. Ahora la pelota está en nuestro lado. Yo propongo que las próximas olimpiadas sean, no sé, en Guantánamo.....
Besos
Mª Luisa

Héctor dijo...

En mi opinión el argumento de que China es un país es el que se violan los derechos humanos y que, por esta razón, la celebración de los JJ.OO. resultaba impropia se tiene en pie con muchos problemas.

Muchos países que celebran acontecimientos internacionales de todo tipo violan los derechos humanos y muchos de ellos participan en cumbres bilaterales con España o con la UE que acaban con pronunciamientos en los que ese asunto ni se menciona.

Este verano estuve en el sur de China mientras se celebraban los JJ.OO. El ambiente era asombroso en cualquier punto del país. Miles de chinos miraban las competeciones en pantallas gigantes instaladas para la ocasión y se emocionaban viendo como su país formaba parte, por primera vez ante sus ojos, de la sociedad global. Entiendo que China deba ser criticada y vigilada en el asunto de los derechos humanos y en el de Tíbet en particular, pero no veo razones para privar a muchos millones de chinos de una rendijita desde la que mirar algunas de las cosas buenas que pasan fuera de sus fronteras.