Hasta el 26 de octubre.
Animula vagula blandula... Así empieza el célebre poemita del emperador Adriano, su adios a la vida. "Almita inquieta y melosa", quizá, pero por fuera un militar de los pies a la cabeza, un cachas sumamente diestro con las armas que podía ser brutal. En la exposicion de Londres se muestra el Adriano real y el emperador impresiona. No se le ve nada blandito, ni recuerda al personaje pacífico, filósofo y cercano que creó Marguerite Yourcenar en su bella novela Memorias de Adriano.
Adriano, sí, fue un admirador de lo griego, un entusiasta aficionado a la arquitectura, un gran viajero, un gastrónomo (su plato favorito era la torta de ubres de cerda con faisan y jamón: murió de arterioesclerosis) y "gay". Una parte maravillosa de la exposición está dedicada precisamnte al amante de Adriano, el bellísimo efebo bitinio Antínoo, ahogado en el Nilo en circunstancias misteriosas.
La exhibición es asombrosa. Reune 170 objetos de mas de 30 museos seleccionados con enorme inteligencia y un gusto exquisito. Esculturas, camafeos, inscripciones, monedas, pinturas, la estimulante Copa Warren y otras cosas que parecen sencillitas ante tanta magnificencia pero que producen un estremecimiento inenarrable de emoción porque en ellas se revela el pasado especilamente vivido. Tambien se recalcan los orígenes hispanos de Adriano y el auge de la dinámica élite colonial bética en la capital del Imperio merced, sobre todo, al comercio de aceite.
En definitiva una irrepetible exhibición que solo se verá en Londres.
2 comentarios:
Qué fascinante el personaje de Adriano ¿no? La verdad es que apetece cogerse Memorias de Adriano para el verano y al acabar visitarlos en Londres a él y a Antínoo. ¡Quién sabe!
Cuenta conmigo para esa visita. Yo no me quedo sin conocer a Antínoo!! Y Londres siempre merece una escapada......
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