Alba Editorial
El año pasado, le pedí a los reyes magos que me trajeran
Anna Karénina, a condición de que fuera la edición que Alba había lanzado con
la nueva traducción. Caprichos de parvenue, probablemente. Que ya sé que yo no
soy una experta. Pero contaba con todos los parabienes de la crítica. Y para
eso se la pedí a los reyes… Leí la novela hace unos años. Y me gustó. Nada más.
Esta vez, me la he comido. Como todas las grandes novelas, es una novela sobre
la vida (sí, y sobre el amor… pero más que nada, sobre la vida). Porque en esa
novela, nos reconocemos, reconocemos a los nuestros. Y a algunos de los otros.
Básicamente es una novela contra la felicidad inmediata. Anna Karénina abandona
al aburrido Alekséi Karenin, por un no más interesante Vronski. Esa es la
gracia. Que esos arrebatos no se producen porque las personas sean objetivamente
mejores. Se producen por el amor. Y lo que nos viene a decir Tolstoi es que el
enamoramiento se acaba y es entonces cuando pesan las familias, la sociedad y
la tradición. Viví con Anna Karénina los días que duró la lectura y deseé que
Levin pudiera vivir junto a Kitty porque de todos los pecados del libro el de
la Kitty adolescente embelesada por Vronski me parece el más perdonable. Y me
sigue pareciendo fascinante la forma en que Tolstoi nos
convence de que la sociedad se vuelve sobre todo contra Anna y podría perdonar
todo a Vronski.
Creo que la lectura de este libro, es una experiencia
literaria, un goce. Yo, disfruté mucho, esa edición cuidada con páginas
agradables al tacto. No sé si la traducción actual es mucho mejor que la vieja.
Pero cuando lo acabé, corrí a comprar otro ejemplar de Alba para una buena
amiga. Regalar placer es un placer en sí mismo.
Ana R
1 comentario:
Un descubrimiento para mi y un placer de leer...
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