Lisistrata

La guerra la hacen los hombres y la padecen las mujeres. Supongo que es discutible, pero básicamente parece verdad. Lisístrata es la mujer de un soldado griego que harta de sufrir las ausencias y los temores de las guerras, reúne a las esposas de los soldados de ambos bandos y les propone una huelga de sexo. Supongo que esto no deja muy bien al sexo fuerte, pero lo cierto es que dicha huelga obliga a los contrarios a negociar la paz.
2010, Teatro Romano de Mérida. Lisístrata es Paco León. Bueno, la tradición griega no aceptaba mujeres en el escenario. De acuerdo, muchos actores de los otros sexos, podrían haber hecho el papel mejor que Carla Antonelli, pero no deja de ser revolucionario que el papel de mujeres lo hagan un tropel de transexuales. Adaptar un clásico a nuestro entorno, siempre es complicado. Representar Lisístrata en Mérida sin salirse del guión con buenos actores, es un éxito seguro. Adaptarlo con tanto riesgo es una apuesta peligrosa, pero cuando esa adaptación, lo que consigue es que nos resulte más creible, el resultado es fantástico. Por eso, las carcajadas eran generales en las Siete Sillas. Porque el lenguaje procaz y los atrevimientos verbales en materia sexual, parecen más digeribles en algunos contextos. Y a mí me parece que entregar esta obra a quienes han protagonizado una de las grandes revoluciones de los últimos años, ha sido un acierto. Ha habido críticas negativas, pero lo cierto es que se colgó el cartel de no hay billetes y se batieron records de asistencia. Dicen que porque la gente va a ver a Luisma, pero yo tengo mis dudas… Salí del teatro con la sensación de haber sufrido la catarsis que tanto buscaban Aristófanes y sus amigos. Me reí a carcajadas y no se me cayó la sonrisa de la boca hasta que me acosté. Disfruté Mérida. Fui feliz por un rato. Bueno, más o menos, para mí, eso es el teatro.
Ana Ruiz

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Que pinta mas buena...y que suerte Ana haber podido ir...sino recuerdo mal este no es el primer año que me pones los dientes largos con lo de Merida...a ver si el año que viene nos dejas acompañarte...
Bss,
soniapt

JAVIER dijo...

Aunque me parezca que el cartel de "no hay billetes" se colgaría siempre, sólo por el hecho de tratarse de Mérida y este festival y teniendo en alta consideración tu opinión como "crítica de Teatro de cabecera", creo que en lo que aciertas sobre todo es en decir que Lisístrata y Aristófanes son un valor seguro.
En un ambiente pacifista en general, en un tiempo de conflictos bélicos "especiales" ( larvados, en campos lejanos y en países "olvidados") y en una sociedad que concede al sexo mayor importancia que nunca ( o casi nunca) la propuesta irreverente de las mujeres Griegas ( y la gracia es que en ese tiempo Grecia era una civilización, no una unión política) no puede estar más de actualidad.
Como curiosidad, me gustaría saber si se marcaron los acentos de las distintas "naciones" ( lo que añade comicidad a la obra) pues he leido que Los Espartanos clásicos ( los Peloponesios todos o al menos los Laconios) hablaban con un acento sureño dulce parecido a nuestro andaluz, eso sí, con menos gracia y bastante más mala leche...
Gracias por tu sección, que colmata en parte la pena de la falta de tiempo y oportunidad para ir al teatro...

ana dijo...

Javier, lo de los acentos es verdad. Lo habrás oido porque en un "aparte" uno de los "trans" explicaba a Lisístrata con mucha gracia que el director le obligaba a hablar con acento brasileño para demostrar que era de Esparta y no de Atenas, (aunque él realmente era de Huesca), con lo que hacía su propia exhibición de talento.

La verdad es que teneis razón los dos, ir a Mérida es un privilegio que tenemos en España. Pero no nos engañemos... no se llena casi nunca.

Lo que tú dices Javier es muy interesante porque la sensación es que verdaderamente consiguieron abordar el "ambiente" actual. Ese es el mérito que han tenido en mi opinión. Y creo que por eso conectaron con el público, porque entendían de lo que estaban hablando -que en este caso era un poquito más prosaico que los temas habituales de la tragedia griega-.

Daniel dijo...

Ana, tienes un don: el de hacernos sentir el deseo de dejarnos seducir por la luz del escenario de cada obra que nos cuentas haber visto. La lástima es que en muchas ocasiones llegamos tarde, y nos queda solo el consuelo de compartir a través de tus líneas la fascinación que el teatro produce en ti. Gracias por estar ahí, y gracias por saber contárnoslo así.
Un besote,
Daniel H

JAVIER dijo...

Lo curioso es que esta obra está en mi mesa de cabecera ( tres obras de Aristófanes) pendiente de tiempo para leer "dinero") y el traductor utiliza transcripciones fonéticas andaluzas cuando hablan las espartanas. Por eso sabía lo del los acentos y me hubiera hecho gracia ver la representación a la Brasileña je je
Me alegro de que haya billetes para algunas obras pues no desisto de ir algun año a pesar de ser fechas horribles de trabajo y calor.
Entre tanto, gracias por mantenernos en contacto con un mundo que (por lo menos algunos) tenemos un poquito abandonado