La solitude organisative. Miquel Barceló 1983-2009


Caixa Forum Madrid. Paseo del Prado 36. 28014 Madrid
Del 10 de febrero al 23 de junio de 2010 (Después se trasladará a Caixa Forum Barcelona)
Horario: de lunes a domingo de 10 a 20h. Gratuita

CaixaForum de Madrid nos ofrece una retrospectiva de la obra de Miquel Barceló desde 1983, cuando viajó a París, hasta 2009. Por las salas de la exposición podemos viajar, no sólo por la obra de Barceló, sino también por sus vivencias, sus lugares, sus sensaciones, de hecho, una parte de la exposición está dedicada a sus viajes “físicos y mentales”.
Es una exposición “tridimensional” con cuadros “convencionales”, cuadros con relieve, conseguido con la propia pintura, con el barro, ensayando y prácticando técnicas, haciéndonos sentir la forma de lo que hay dibujado, llevándonos al fondo del mar, a los orígenes de la vida, etc. Y como invitación para entrar… ¡todo volumen! Gran Elefant Dret (2009), una escultura de bronce de un grandioso elefante boca abajo que encontramos en la plaza de la entrada a CaixaForum y que nos invita a disfrutar de un fascinante paseo por la obra del mallorquín. Y para comenzar, en la primera planta podemos ver el video “Paso Doble” en el que Barceló nos muestra “el proceso del barro”, la tierra como arte. Un documento muy interesante para entender la parte más “terrestre” de la obra de Barceló.
En la primera sala encontramos los cuadros de la primera época de Barceló: “El mar, el museo, la biblioteca y el estudio”. Cuadros que nos recuerdan a Van Gohg y a los grandes maestros de otra época; coloristas, naturales… es como un vuelo directo “Mallorca-París”. A continuación, “Un repertorio de la esperanza humana”, los dibujos de Barceló para ilusrar “la Divina Comedia” de Dante, un auténtico viaje al infierno y al centro del ser humano… ¿o no?
A partir de ahí, el resto de las salas nos llevan a lo terrenal, con sabor a papaya, mango, cenas españolas y realidades cotidianas; a la paz del vacío, huir de los excesos y sobre todo, a esa sensación de inmensidad que nos da estar frente al desierto; su diario, que es un impresionante viaje a Mali, donde podemos convertirnos en sus alumnos de la Escuela de Bellas Artes de Bamako por un rato; el “camino de la luz”, con un “arte nocturno”, a la luz de la luna…, y los retratos de gente muy cercana a Barceló, que también nos acercan a su persona. Cada sala, a través de estudios, bocetos y prubas nos lleva a las grandes obras del artista: el barro y el retablo de la Catedral de Mallorca, las formas y fondos marinos y la Cúpula de los Derechos Humanos y de la Alianza de Civilizaciones del Palacio de Naciones Unidas de Ginebra, etc.
En la última sala, “Retratos” podemos encontrar el cuadro que da nombre a la exposición “La Solitude Organisative”, que es un autoretrato, donde Barceló se dibuja como un gorila, volviendo a la parte más primitiva y más natural. Parece que este autoretrato se hizo sobre uno de los lienzos que había en el suelo mientras realizaba la Cúpula de Naciones Undias.
La exposición, en su conjunto me parece impresionante y apasionante, consigue a la perfección traernos la obra de Barceló, sus tiempos, sus formas, su vida… su arte. Pero personalmente, lo siento, tengo que reconocer que me cautiva una parte… esa que nos acerca al corazón de África, a la realidad de las mujeres, al mercado, a la salida de la mezquita, al movimiento, al continente de la tierra roja.
Pilar Ponce

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Pilar,
Me ha gustado mucho tu elección y tu descripción. A mi me ha encantado esta exposición, aunque no la vi en orden (de hecho me ha sorprendido que la sala ultima sea la ultima...para mi fue la primera!!), ni leí nada y eso creo que influye un poco en mi percepción. Para mi quitando la parte mas onírica todo lo demás me habla de la prehistoria y de Africa...me hizo pensar en el arte rupestre, en las primeras formas de arte. Y bueno, como yo artísticamente soy un poco "primitiva" me pareció muy accesible. Tengo que volver...creo que no me canso de ver a Barceló.
Bs,
Soniapt

Maria Luisa dijo...

A mí también me encantan sus cuadros de África.
Recuerdo que leí una entrevista hace muchos años y él decía algo como: Me tuve que ir de África, es insoportable pensar en pintar con toda esa gente pasando hambre y miseria que veo a mi alrededor.
Muy agudo, pensé.

Unknown dijo...

A mi no sólo me gustó la exposición es que me encanta el edificio y esa zona de Madrid. Paseamos, comimos en una terracita y encima la exposición. Un lujo!