La Isla.


Giani Stuparich
Editorial minúscula

«relato admirable de vida y de muerte, no conjurada sino mirada sin piedad cara a cara y resumida épicamente en el fluir de la vida» (Claudio Magris)

Este libro tiene además una historia. Me encontró en la Feria del Libro. Pato lo sabe: en junio, hay que estar dispuesto a recibir a los desconocidos. El librero de Fuentetaja me contó el argumento al verlo en mis manos, pero yo había decidido comprármelo mucho antes de que acabara. Había decidido que escribiría sobre él antes de terminarlo y también que lo compartiría en todos los sentidos con mi gente querida.
Un padre, gran vividor en su juventud, pide a su hijo que le acompañe a la isla del Adriático dónde nació. Una enfermedad mortal le amenaza y los dos lo saben. Los dos han escuchado del médico la misma información, pero viven bajo el engaño de la esperanza. Viajan juntos a una isla luminosa, cálida y de recuerdos infantiles. En apenas cien páginas, en un librito del tamaño que tienen las joyas literarias, Stuparich nos transmite la intensidad más profunda de las relaciones paterno-filiales con una elegancia poco común. Navegamos con ellos en el dolor y en la ternura. Y nos obliga a mirar de frente el dolor y la muerte. Pero también el amor y la vida. Es un libro de síntesis poética. Y sin embargo la prosa es ruda y árida como la misma isla. Transmite los misterios de la vida y sobrecoge la sensibilidad al describir los pensamientos y las emociones del hijo, ante cada gesto y cada mirada del padre. El hijo se encuentra con la juventud del padre cuando éste la ha perdido. La isla le habla del padre adolescente y juerguista justo cuando teme que no sea capaz ni de ir a pescar o de tragar un puré. La isla le ofrece la gloria de cada minuto.
He pensado tanto en el lenguaje críptico, en los mensajes cifrados y las frases sobrentendidas de las enfermedades terminales, que encontrar una narración tan elegante, tan simplemente bella, todavía no ha dejado de estremecerme.
Ana Ruiz

8 comentarios:

Unknown dijo...

ufffffff
gracias Ana, uno más a la lista de espera... aunque para éste parece que hay que estar preparada... aún así seguro que merecerá, y mucho, la pena

Al dijo...

Ana, en este momento empiezo a leer La Isla. Gracias.
Luego os cuento.

ana dijo...

Al,
que lo hayas contado no te exime de escribirlo ¿eh????

AL dijo...

Reconozco que al acabar el libro me quedé un poco triste, pero tras dias de reposo me doy cuenta que mi tristeza no es por el libro, es por la falta de preparacíón que tengo hacia la muerte. El autor lo trata con una delicadeza y una belleza especial, los diálogos y los pensamientos tanto del padre como del hijo hacia el otro son de amor, ternura, de agradecimento a la vida, de esperanza pero también de entereza ante la muerte, y de esto yo, parece ando escasa. Me ha encantado, GRACIAS ANA.

aas dijo...

Pues esta recomendación me ha venido fenomenal, porque justo ahora estaba pensando en que libro comprar al terminar el qu estoy leyendo, ya os contare ,saludos a todos
AAS

Fátima dijo...

Ana, mereció la pena, a pesar de no estar preparada, bueno hay cosas para las que nunca se está.. casualidades de la vida, ayer, paseando por una playa griega lo recordé

Ana dijo...

Que bonito! Todo... Recordar el libro, las sensaciones... Pero que emocionante que los recuerdos sobre los libros nos asalten en nuestras vidas. Muchas gracias por decirlo, Fatima!

Anónimo dijo...

Pero que bien escribes Anita.... Julia R.