Año 2009
Director: Yojiro Takita
Encuentro muchísimas y originales razones para recomendar
esta película que me encantó.
La primera es que es Japonesa y ganó el Óscar a la mejor película extranjera este año, y los críticos americanos la ponen por las nubes, y la encuentran fascinante, y eso la hace carne de remake hollywoodiense, y no me quiero ni imaginar a Tom Cruise haciendo de enterrador... Por favor, ¡Vedla antes de que lo hagan!
La segunda es que es de esas películas en que pasas sin darte cuenta de la risa a la pena en un segundo, y se te pasan volando y al final sales del cine con una sonrisa.
La tercera, y mas exótica razón, es que el director, Yojiro Takita, se dedicaba antes al cine porno y en su filmografía hay títulos como "Violación sucesiva" o "Inspeccionando tu ropa interior". Y resulta bastante irónico ver como en esta película se dedica a desnudar cadáveres, y lo hace con un nivel de sutileza, delicadeza y sensibilidad exquisitas.
Aunque quizás, también, el director ha encontrado aquí su segunda oportunidad.
Porque de eso trata la película, de segundas oportunidades.
El protagonista es un joven músico, Daigo Kobayashi (Masahiro Motoki), que regresa con su devota esposa a la pequeña ciudad donde nació, tras ser despedido de la orquesta en la que trabajaba en Tokio, como violonchelista.
Buscando trabajo encuentra un anuncio en el periódico que le lleva a trabajar como amortajador, una profesión muy mal vista en Japón, donde tradicionalmente se consideran impuros los oficios relacionados con la muerte.
Así es que ante la despectiva y horrorizada mirada de su mujer y sus vecinos, Kobayashi se levantará en mitad de la noche para recoger cadáveres e irá aprendiendo los exquisitos rituales de amortajamiento japoneses. Y nos obligará a contemplar el detalle, la delicadeza y la dulzura con la que sus manos de músico, que antes acariciaban un violonchelo, envuelven, visten y desvisten, maquillan y perfuman los cuerpos de los muertos delante de sus familias.
Y en torno a este eje central de cadáveres, funerales y extraños olores, el director construye todo un recital de temas relacionados con la amistad, la pareja, las relaciones familiares y laborales y las dificultades para construir la armonía alrededor de uno mismo.
Pero al final, este drama, se vuelve comedia muchos ratos gracias a algunos toques de humor negro geniales. Y nos muestra un lado amable de la muerte que acaba convirtiendo la historia en un canto a la vida, en un equilibrio perfecto.
Por favor, no os la perdáis.
La primera es que es Japonesa y ganó el Óscar a la mejor película extranjera este año, y los críticos americanos la ponen por las nubes, y la encuentran fascinante, y eso la hace carne de remake hollywoodiense, y no me quiero ni imaginar a Tom Cruise haciendo de enterrador... Por favor, ¡Vedla antes de que lo hagan!
La segunda es que es de esas películas en que pasas sin darte cuenta de la risa a la pena en un segundo, y se te pasan volando y al final sales del cine con una sonrisa.
La tercera, y mas exótica razón, es que el director, Yojiro Takita, se dedicaba antes al cine porno y en su filmografía hay títulos como "Violación sucesiva" o "Inspeccionando tu ropa interior". Y resulta bastante irónico ver como en esta película se dedica a desnudar cadáveres, y lo hace con un nivel de sutileza, delicadeza y sensibilidad exquisitas.
Aunque quizás, también, el director ha encontrado aquí su segunda oportunidad.
Porque de eso trata la película, de segundas oportunidades.
El protagonista es un joven músico, Daigo Kobayashi (Masahiro Motoki), que regresa con su devota esposa a la pequeña ciudad donde nació, tras ser despedido de la orquesta en la que trabajaba en Tokio, como violonchelista.
Buscando trabajo encuentra un anuncio en el periódico que le lleva a trabajar como amortajador, una profesión muy mal vista en Japón, donde tradicionalmente se consideran impuros los oficios relacionados con la muerte.
Así es que ante la despectiva y horrorizada mirada de su mujer y sus vecinos, Kobayashi se levantará en mitad de la noche para recoger cadáveres e irá aprendiendo los exquisitos rituales de amortajamiento japoneses. Y nos obligará a contemplar el detalle, la delicadeza y la dulzura con la que sus manos de músico, que antes acariciaban un violonchelo, envuelven, visten y desvisten, maquillan y perfuman los cuerpos de los muertos delante de sus familias.
Y en torno a este eje central de cadáveres, funerales y extraños olores, el director construye todo un recital de temas relacionados con la amistad, la pareja, las relaciones familiares y laborales y las dificultades para construir la armonía alrededor de uno mismo.
Pero al final, este drama, se vuelve comedia muchos ratos gracias a algunos toques de humor negro geniales. Y nos muestra un lado amable de la muerte que acaba convirtiendo la historia en un canto a la vida, en un equilibrio perfecto.
Por favor, no os la perdáis.
María Luisa Diez
8 comentarios:
Desde que vi esta peli en cartel, me llamó mucho la atención. Me encanta el sonido del cello, de la cuerda en general, los buenos músicos expresan tanto, y hacen sentir tanto a quien los escucha.
Ahora con el comentario de Mª Luisa no me la pierdo. Pilar.
es una peli absolutamente diferente Me pareció lírica en un tema tan imposiblemente poético. El director debe ser un genio !
Lleva mas de dos meses en cartel en Madrid (cines Golem). A mi con el verano se me habia despistado pero pienso ir esta semana y ya os cuento.
María Luisa, ¿con qué nombre se ha comercializado en US?
El título de la versión en Inglés es "Departures"
Me doy cuenta de que muchas de las pelis que recomendamos en viernes son complicadas de ver en una sala de cine para la gente que no vive en Madrid, Barcelona o Valencia pero en este caso os pediría un esfuerzo y que vierais DESPEDIDAS en DVD, filmotecas o como sea. (por supuesto en V.O.)
Es un pelicula bellisima. Dos horas de pelicula que nos hablan de la vida: de nuestros miedos, de reconciliarnos con el pasado como único camino para vivir en paz el futuro, de esperanza, de pérdidas... contado todo ello desde la ternura, con espacio para el humor y con una banda sonora preciosa en la que el chelo(Pilar)tiene una presencia rotunda y constante.
ML, nunca tuviste mas razón al decir que no nos la perdieramos. GRACIAS
En el videoclub de mi barrio es imposible......eso me pasa por enviar viernes a mis vecinos....
Pilar
Este fin de semana voy a verla.
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