Speaker´s corner: Por ti iría al Polo Norte en pantalón corto

Por ti iría al Polo Norte en pantalón de deporte”. Cuando Amparo me propuso hablar en esta sección de las locuras que se hacen por amor, pensé que no podía empezar con otra frase que no fuera ésta, que repetíamos en mi clase de quinto de EGB, (sistema educativo del siglo pasado ajeno a las necesidades pedagógicas del alumnado), sin sospechar que años después cobraría sentido, y es que el que no se haya puesto en evidencia alguna vez frente al objeto de su deseo que tire la primera piedra. Puedes haber sido premio Nobel de la racionalidad que cuando ves a alguien y te dices a ti misma, oh Dios (agnósticos, acoplar otras expresiones) y como dice mi amiga Menchu “se te funde el power”, puedes estar seguro de que serás capaz de cambiar las orbitas del sistema planetario para conseguir aquello que se ha incrustado en tus pensamientos, vetando cualquier tipo de comportamiento sensato. Empieza entonces la lucha por lo amado que, claro está, tiene que tener sus límites, sobre todo cuando aparecen en escena los rivales y la cosa se complica, ya que no seré yo quien os anime a liquidarlos y que parezca un accidente.
En definitiva, y fuera de casos extremos, todos hemos hecho el ridículo alguna vez haciendo las cosas más absurdas que se puedan imaginar y esto está muy bien, ya que estas acciones no son más que una forma de demostrar amor. Como para gustos colores, los hay muy originales, como documentan con detalle las páginas de anécdotas de las revistas que leemos mientras esperamos en la peluquería y en esto los americanos no tienen desperdicio, ya que no dudan en lanzarse desde dónde sea para pedir matrimonio o rapar el lomo de su gato con el nombre de su amado@ y también los hay de lo más patético y criminal, como el caso del chico que asesinó a su pareja y se la comió. Para terminar un consejo, cuando alguien os diga “te voy a comer” estar alerta por si pretende llevar la frase a su sentido más literal, y una pregunta, después de pasar el umbral de los treinta y muchos, ¿hemos aprendido algo y calibramos las consecuencias de nuestras acciones cuando estamos cegados por alguien? Sinceramente, yo creo que no.....y eso me gusta....
Pilar

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Un día, a los 17 iba caminando por la calle en dirección a clase y decidí camabiar el itinerario para meterme en un bus 5 horas para ir a ver al que pensaba sería mi primer único gran amor ¡¡¡¡ Pues no ha llovido desde entonces.....Yo no he aprendido nada....sigo haciento el tonto.
Y POR MUCHOS AÑOS.
No fue gran cosa, pero lo recuerdo con cariño porque para mi fue importante y pasé mucho miedo, y si al llegar a mi destino me mandaban de una patada a casita?

Maria Luisa dijo...

Muy bueno, Pilar, pero te mojas poco ¿no? ¿Qué has hecho tú por amor? ¿Te creías que era tan fácil escribir en Viernes? Danos algo porfi....

MMP dijo...

Ya lo decía Bécquer
" Por una mirada, un mundo,
por una sonrisa, un cielo,
por un beso... yo no se lo que te diera por un beso"

¡Hay que hacer locuras por amor!! Yo no sé cuando me lo he pasado mejor, haciéndolas o luego recordándolas. Creo que lo segundo

JAVIER dijo...

Aprendemos de nuestras relaciones pasadas y aplicamos nuestros "conocimientos" para defendernos mejor de las heridas de amor? En teoría si, pero cuando nos envolvemos en una coraza para protegernos olvidamos que el mismo hierro que evita el mal nos impide sentir el cosquilleo de los dedos sobre la piel y el fuego que calienta tanto como abrasa...
Creo que cuando bajamos las defensas cegados por la luz simplemente no podemos evitarlo. Es mejor vivir una hora enamorado que una vida sin amor, es mejor correr como un idiota o llorar bajo la lluvia que vivir en nuestra torre lejos del dolor pero también de lo que da sentido a la vida.
En palabras del gran Vinicius de Moraes:
E cada verso meu será pra te dizer
Que eu sei que vou te amar
Por toda a minha vida

Como anécdota personal en vez de recordar patéticas declaraciones, torpes éxitos y besos compartidos, bastante más sentidos que graciosos he recordado una noche de fiesta en la facultad en que mis amigos me ofrecieron una flamante placa de calle con el nombre de la santa de una chica que me gustaba. Cual es la gracia? Los muy cachondos/as se bajaron una escalera a la calle y la "guindaron" por la cara de una de las principales calles de la ciudad en cuestión ( no la nombro por si el delito de vandalismo no prescribe...) Nunca le dije que me gustaba a esa chica y ni falta que hace...

Paloma Universal dijo...

Yo tengo otra pregunta para el foro ¿calibramos las consecuencias de nuestras acciones cuando estamos cegados por el "amor"?.

Por cierto, Pilar, como no cuentas lo que habrás hecho o no por amor(aunque según Mª Luisa parece que poco...)no se me ocurren más comentarios.

Medina dijo...

Me parece que los vierners no se han mojado mucho sobre las locuras que han hecho por amor.....yo me compré una playa en el Mar Rojo aunque fué por amor y por bucear también.