Londres

Hay varias ciudades que se disputan el titulo honorífico de capital del mundo. Tal vez Londres no sea la mejor situada hoy en esa carrera, pero en la época de las Colonias, la metrópoli londinense era la referencia del mundo moderno. De aquella época guarda una imponente arquitectura y trazado, museos repletos de arte resultado de expolios por doquier, una población cosmopolita dónde se mezcla gente de todas las razas y la influencia que sus aventuras fuera de la isla han tenido sobre la cultura británica.
Hoy Londres está llena de indios, paquistaníes, keniatas... pero también de italianos, españoles, griegos... y es una ciudad llena de sitios cools, el lugar dónde primero desembarcan las franquicias de ropa europeas y norteamericanas, capital financiera.... Sin embargo, a mi lo que me gusta es el punto british de la ciudad. Entrar en un pub alejado del centro a cualquier hora y ver la típica pareja de sesentones de tez y sobretodo nariz colorada con sus pintas en la mesa mirando perdidos al infinito; cruzarme un señor entrajetado con su traje de raya diplomática escrupulosamente planchado y el inevitable paraguas en la mano; ese toque pelín rancio de los grandes almacenes tipo Selfridges, Debenhams, M&S... el tacto de los jerséis; la moqueta... yo quiero que mi hotel en Londres tenga moqueta y parezca decorado por un estilista de Laura Ashley. Ir a un parque y sentarme al sol (todo un lujo) en una de esas sillas de rayas que se alquilan y ver a la gente mientras me tomo mi sándwich, mi lata de Tango de naranja y un flake 99 de postre. Y si encima, después de esto, puedes ir al teatro a ver a cualquiera de los súper actores británicos que vemos en las pelis y que se dejan caer por el Wet End, ya tienes motivos para volver y volver...

ASM